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Lo que en antaño fue una vialidad con una gran vida comercial y turística, hoy está en el olvido y sumida en un gran bache. Se trata de la calle de Hamburgo, en la Zona Rosa, donde vecinos y empleados de comercios demandan a la delegación Cuauhtémoc intervenir la vialidad para mejorar el tránsito de vehículos, ciclistas y peatones. Comerciantes denunciaron que el deterioro de la vía ha hecho que su clientela disminuya.

Tras recorrer Hamburgo, desde avenida Insurgentes hasta Lieja, este diario constató que aproximadamente 90% de la calle está deteriorada. Hay baches de diversos tamaños y profundidades, el suelo presenta hundimientos, algunas coladeras están rotas y, en diversos tramos, el adoquín y pavimento que recubren la vialidad se está cuarteado y/o levantando.

Comerciantes acusaron a empresas como CFE y Telmex de generar gran parte del daño, aunque otros baches son producto del desgaste.

“Yo cierro a las 11 de la noche y a esa hora ellos empiezan a trabajar. A veces cierran desde Florencia, me doy cuenta porque dejan de circular los carros y están los camiones y no dejan pasar unidades; otras veces dejan un solo carril, pero la gente se desespera de estar pasando uno por uno”, mencionó Joel, encargado de un restaurante-bar.

Daniel, quien se hace cargo de la administración de un condominio, añadió que tanto la empresa de telefonía como la compañía de luz, “abren hoyos y los dejan así; las reparaciones que hacen son muy superficiales”.

Durante aproximadamente una década la vía ha permanecido en el abandono. El 1 de mayo de 2005, EL UNIVERSAL dio a conocer el inicio de las labores de remodelación de la Zona Rosa. La primera etapa consistió en rehabilitar el arroyo vehicular de Hamburgo, entre Niza y Amberes, y según Luis Castro, quien se desempeñaba como subdelegado territorial de JuárezSan Rafael, los trabajos tendrían una vida útil de 10 años.

En aquella época, Luis Castro explicó que la mayoría de los trabajos se efectuarían a mano porque se trataba de adoquín que debía ser removido, limpiado y reinstalado con cuidado.

Habitantes y trabajadores de la Zona Rosa recordaron que hace tiempo se intentó reparar la vialidad, “pero continúa igual o peor”.

Hace dos semanas, personal de la delegación Cuauhtémoc asfaltó 138 metros de Hamburgo, entre Berlín y Dinamarca, pero ese trabajo lo arruinó CFE, según autoridades.

Esa ha sido la única intervención; el resto de la vialidad sigue deteriorada. “Toda la calle está muy fea y vieja, es como si se empezara a convertir en una colonia antigua a la cual no se le da mantenimiento; aquí no pasa como en el Centro Histórico, donde hacen renovaciones”, mencionó Paulina, empleada de un restaurante.

Los conductores avanzan lento para evitar daños en sus unidades, pero generan tráfico.

“En toda la calle hay muchos baches, es imposible andar en moto, en bici o en carro; es muy complicado y peligroso. Los carros avanzan zigzagueando para evitar los hoyos, pero causan accidentes; porque no ven las bicis o carros que vienen a lado”, comentó José, residente de la Zona Rosa.

Comerciantes consideran que el deterioro genera una mala imagen, sobre todo con los extranjeros que llegan al lugar esperando encontrar otro espacio, pero “al ver esto así, no regresan”.

Además de mala imagen, las imperfecciones generan pérdidas económicas en establecimientos de la calle.

“Dejan de venir clientes al establecimiento porque la calle está feísima. A veces se hace tráfico porque van muy despacito los carros y la gente, como tiene muy poco tiempo para salir a comer, buscan otro lado”, resaltó Joel.

Además, según el encargado del restaurante-bar, las ventas bajan durante las noches, a causa de los trabajos que realizan trabajadores de CFE.

“Si antes tenía una afluencia de 25 cenas diarias, me ha bajado a 10, a cinco, a veces a nada. He sondeado en los hoteles y me dicen que los turistas dejan de venir porque la zona está muy deteriorada”, agregó.

Además la calle es oscura, “hay gente que entre broma y broma compara la Zona Rosa con Nezahualcóyotl o cuando vienen a comer, personas que han vivido aquí por años nos han dicho que nunca pensaron que la Zona Rosa llegaría a estar así”, mencionó Joel.

La galería de arte donde trabaja Ramón también ha perdido clientes.

“Necesitamos que arreglen, pero que no piensen en ahorrar, sino que usen material resistente porque es una calle muy transitada. Es mejor poner concreto que sea lo suficientemente resistente y que hagan un arreglo real y a largo plazo porque no tiene caso que vengan, lo arreglen y en menos de un año esté maltratado”, pidió Paulina.

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