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Cinco personas —todas de una misma familia— acusadas de esclavizar en una tintorería por más de dos años a Zunduri, el primer caso de esclavitud laboral que se conoce en la Ciudad de México, fueron condenados a 30 años de prisión cada uno.

En abril de 2015 se dio a conocer la noticia de que una joven de 22 años había escapado del establecimiento ubicado en la calle Izamal, colonia Lomas de Padierna, delegación Tlalpan, donde era obligada a planchar ropa por más de 12 horas sin pago.

Durante ese tiempo la joven estuvo encadenada del cuello a un mueble junto a una plancha del negocio de Leticia “N”, y para que no dejara de laborar, sus victimarios la golpeaban hasta que sangraba, y cuando las heridas comenzaban a cicatrizar, le arrancaban las costras.

En 2013 la joven se acercó a Leticia para pedir empleo pues años atrás ya había trabajado con ellos. Tal fue la “confianza”, que la mujer le dio permiso de vivir en el domicilio.

Al enterarse de la situación, la madre de Zunduri acudió con la dueña de la tintorería, con quien acordó que vía telefónica le informaría sobre el estado de su hija. Esto ocurrió durante varios meses, después Leticia le anunció que su hija ya no trabajaba con ellos, que no siguiera molestando o la demandaría por acoso, por lo que ya no supo nada de la joven.

En 2015, y ante un descuido de las personas que la tenían recluida, logró escapar, pues éstos no colocaron bien el candado de la puerta donde se encontraba cautiva.

La mujer tomó un taxi y el 21 de abril fue auxiliada por una persona que le sugirió denunciar los hechos, por lo que acudió ante el agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial en Tlalpan 1.

Debido a los condiciones de esclavitud, los médicos la diagnosticaron con anemia, por lo que fue necesaria su hospitalización urgente. Además se le realizaron diversos estudios, los cuales reflejaron que la joven tenía aspecto físico de una niña de 14 años, pero sus órganos internos y funciones representan los de una persona de 81, debido al daño del cautiverio.

Al tener conocimiento de la situación, la Procuraduría General de Justicia capitalina solicitó orden de cateo para el establecimiento al sur de la ciudad, donde detuvo a cinco probables responsables identificados como José “N”, las hermanas Leticia y Fani “N”, así como Ivette y Jannet “N”.

La víctima mencionó que cuando fue contratada la acusaron de que se robaba cosas, y así fue como la encadenaron y dejaron de pagar.

El Juez 27 penal, con sede en el Reclusorio Oriente, impuso a los imputados, quienes se acogieron a la Ley de Protección de Datos Personales local, una multa individual de un millón 49 mil 250 pesos, así como 58 mil 491 pesos por compensación.

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