Más Información
Con reforma a la SSPC, la Presidenta puso a la seguridad como una prioridad: Claudia Rivera; destaca creación de Plataforma México
Sheinbaum firma con gobernadores de oposición Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua; urgente gestionarla eficazmente, destacan
Sheinbaum ante violencia en Tabasco: Estamos trabajando en estrategias; destaca coordinación de autoridades
Senado celebra registro de casi 12 mil aspirantes para elección judicial; “marca un hito en la historia jurídica", dice
Inaceptables, niveles de violencia alcanzados con la 4T: Alito Moreno; “paz y tranquilidad han sido arrebatadas”, dice
Óscar Valdez, campeón mundial de boxeo, volvió a subir a un ring, pero en esta ocasión para alzar la mano a verdaderos campeones, como Anet Sofía, Nahelly y Arely, de 6, 7 y 9 años de edad, respectivamente, quienes libran una valerosa lucha por sus vidas contra la leucemia en el Hospital Juárez de México.
A unos días de haber vencido al peleador japonés Hiroshige Osawa, y retener su corona en el peso pluma de la Organización Mundial de Boxeo el pugilista sonorense acudió hasta el cuarto piso del Hospital Juárez de México para convivir, entregar medallas de campeones y dejar un mensaje de motivación a los pequeños.
En la Ludoteca del HJM, rodeado por una docena de pacientes pediátricos, Óscar Valdez conversó también con Heidy Rubí, de nueve años, enferma de Cáncer; Rubén Alexander, de seis años de edad, quien padece Criptorquidia bilateral; Carolina, de siete años, y Manuel, quien cumplió un año de tratamiento de quimioterapia.
El boxeador quedó muy sorprendido ante las muestras de entusiasmo y ánimo de Sherryl Daniela y Maximiliano, de nueve y 13 años de edad, quienes padecen cáncer de hueso, pero les sobra espíritu de combatividad. “Yo quiero ir a ver al campeón, sólo necesito que me traigan una silla de ruedas”, dijo el paciente pediátrico al enterarse de la visita del boxeador.
Óscar Valdez, invicto en 21 combates, se ganó la simpatía de los pequeños pacientes que se acercaron con todo y sus botellas de suero, y pedían que les tomaran una fotografía con el campeón. Emocionados, acompañados de sus padres y enfermeras, se mostraron agradecidos por la visita e intercambiaron algunos comentarios. A todos ellos, el pugilista les colgó medallas de campeones y les expresó su amistad y solidaridad.
Edwin se acercó y le dijo que a él le gustaba el boxeo, por lo que el peleador de Nogales, Sonora, le mostró el cinturón emblemático que lo acredita como campeón mundial de los pesos Pluma. Momentos después, el pequeño muy emocionado sería llevado al quirófano, en donde más tarde fue operado de Varicolece.
Óscar Valdez señaló que la visita a los pequeños del Hospital Juárez de México resultó muy motivante para él. Hoy pude comprobar que son ellos los verdaderos triunfadores, ya que a diario enfrentan la más dura de las peleas, contra la enfermedad. “Ellos son campeones todos los días”, remarcó.
“Yo vengo de un lugar en donde los niños y adolescentes están expuestos a grandes problemas por el narcotráfico, y por ello quiero decirle a estos niños del hospital que sí pueden superar los retos, y salir vencedores si se lo proponen y le echan ganas”, puntualizó.
“Me gustaría invitarlos y saludarlos en alguno de mis entrenamientos que haga en la Ciudad de México”, señaló a los pequeños pacientes del HJM.
Por su fino boxeo y su gran carisma, Óscar Valdez está llamado a ser una de las grandes estrellas del pugilismo mundial. Ahora, tras la primera defensa de su título, se declaró listo para enfrentar al vencedor de la pelea que próximamente sostendrán el británico Carl Frampton y el mexicano Leo Santa Cruz.
jlcg