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La Asamblea Constituyente sumó su sexta “baja” después de que el diputado del PRD, Horacio Franco, solicitó licencia para dejar el cargo por tiempo indefinido.
En la sesión de ayer, los diputados aprobaron la licencia del artista, quien en su solicitud argumentó “problemas de incompatibilidad de horarios, por mi enorme carga actual de trabajo como flautista y director” de orquesta.
El artista añadió que no podría asistir en las siguientes semanas de manera regular, “y no quisiera retrasar o entorpecer el trabajo de mis colegas” en la Asamblea.
Dolores Padierna, coordinadora de la bancada del PRD, dejó entrever que la salida de Franco será definitiva, pues le agradeció haber sido parte de los nominados del sol azteca y haber presentado iniciativas en materia de arte y cultura.
A su vez, resaltó la labor de Isidro Cisneros Ramírez —suplente de Horacio Franco— quien ayer mismo tomó protesta, y reconoció su trabajo como investigador en ciencias sociales.
Cisneros fue presidente del Instituto Electoral local y en 2008 cuatro consejeros intentaron destituirlo, pero logró permanecer en el cargo gracias a un amparo.
Apenas el 17 de noviembre pasado, el senador del Partido Verde Carlos Puente renunció al cargo por motivos personales, por lo que Jorge Aréchiga rindió protesta ayer para sustituirlo.
Antes, los senadores del PRI Raúl Cervantes y Joel Ayala dejaron sus cargos; el primero para ser procurador general de la República y el segundo por motivos laborales.
Carlos Aceves y del Olmo, también del tricolor, solicitó licencia por tiempo indefinido debido a problemas de salud y fue sustituido por Armando Báez.
Previo a la instalación de la Asamblea Constituyente, el diputado de Morena, Carlos Payán, fue sustituido por Jesús Ramírez por motivos de salud.
A su vez, los diputados de Morena Bruno Bichir y Javier Jiménez Espriú son los únicos que han regresado luego de pedir licencia a sus cargos, pues también se ausentaron de manera temporal.
El presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Encinas, reiteró su llamado a los constituyentes para tomar con seriedad el encargo de redactar la Constitución.
