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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) y del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad México (TSJ-CDMX) preparan la primera sentencia de caso del multihomicidio ocurrido en la colonia Narvarte el 31 de julio del año pasado.
En ese hecho perdieron la vida la colombiana Milé Virginia Martín Gordillo; Yesenia Quiroz Alfaro, maquillista originaria de Baja California; Alejandra Negrete, empleada doméstica; la activista social Nadia Vera y el fotoperiodista Rubén Espinosa.
Fuentes allegadas al caso dieron a conocer que los investigadores, desde hace poco más seis meses, dejaron de aportar pruebas por lo que se mantienen con el argumento inicial de que el multihomicidio fue por un robo, aunque hasta el momento a ninguno de los tres detenidos se les acreditó como autor material, ni si quiera se presentó el arma homicida.
Sin embargo, la sentencia que podría ser superior a los 300 años se dictará contra Abraham Torres Tranquilino, ex elemento de la Policía Capitalina, y quien fuera el segundo detenido por este caso, debido a que en ningún momento alegó tortura ni su defensa impugnó su expediente.
Como sí lo hiciera el primer detenido, Daniel Pacheco, cuyo expediente está detenido, pues todavía se continúa investigando la posible tortura que le infringieron los elementos de la Policía de Investigación al momento de su detención.
Se tiene proyectado que la sentencia se dé a conocer a finales de diciembre, pues el juzgado 25 de lo penal donde radica en expediente no solicitó una revisión extraordinaria del mismo, ni mayor aportación de pruebas a los agentes del Ministerio Público, tales como el arma homicida y las pruebas periciales que demuestren que el imputado accionó el arma de fuego.
Explicaron que por cada feminicidio, Torres Tranquilino recibiría 60 años de prisión y 50 por el homicidio del fotoperiodista, más las agravantes que acumule. La defensa de oficio del imputado tampoco ha impugnado ninguna de las pruebas que se han presentado en su contra, porque posiblemente tampoco apelen la sentencia que se tendría que dar a conocer como máximo a principios de 2017.