La delegación Gustavo A. Madero encabeza los reportes del robo en microbús, señala un análisis hecho por México Evalúa, que analizó los reportes policiales georreferenciados a nivel de coordenada geográfica para identificar, por primera vez, los hot spots (puntos calientes) de robo en el transporte público; del año 2009, al primer semestre de 2016.
En entrevista con EL UNIVERSAL las investigadoras del área de seguridad de México Evalúa, Mónica Ayala y Jimena David, señalaron que además de analizar la base de datos de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX, consultaron los de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX y de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe).
Sin embargo, la información de SSP-CDMX fue la que permitió obtener las rutas, debido al trabajo de georreferenciación a nivel cuadra que realiza y tiene mayor precisión que la que tiene la PGJCDMX que es a nivel cuadrante, aunque los datos son similares.
Para este análisis, se debe entender que el término hot spot describe las áreas con alta incidencia delictiva, con un nivel de confianza de 99% por ciento de que el ambiente es un factor causal en la alta incidencia.
Aquellas zonas con un nivel de confianza de 95% son semi-hot spots. Asimismo, se utiliza el termino cold spot para describir áreas con baja incidencia delictiva.
Las investigadoras de México Evalúa encontraron seis tramos de calles en los que la concentración es de más de 20 reportes de robo en microbús.
La mayoría se concentran en la delegación Gustavo A. Madero: Calle Tonantzin (entre Nezahualcóyotl y Cuauhtémoc), Fray Bernardino de la Torre (entre Ferrocarril Hidalgo y Centenario), calzada Misterios (entre Albarradón e Insurgentes Norte), avenida 5 de Mayo (entre Centenario y Calle 5 de Mayo), en la Gustavo A. Madero.
Le siguen avenida de las Torres (entre Popoloca y Avenida Río Churubusco), en Iztacalco; y avenida Ceylán (entre 5 Norte -Poniente 140- y Poniente 134), en la delegación Azcapotzalco.
El análisis destaca que de los tres hot spots, dos corresponden a zonas fronterizas con el Estado de México, junto a los municipios de Tlalnepantla, Ecatepec y Nezahualcóyotl. Esto hace suponer que ciertas autopistas –Autopista México Pachuca, Vía Morelos, Periférico Oriente y Calzada de Ignacio Zaragoza– fungen como posibles rutas que facilitan la perpetración de este delito por el alto tráfico de viajeros (y por tanto, posibles víctimas) y las fallas de coordinación entre instituciones de seguridad pública.
En lo que respecta a la zona limítrofe con el Estado de México aún no cuentan con la información precisa sobre las rutas más peligrosas del transporte público.
Jimena David explicó que “se necesita información del Estado de México que a la fecha no nos han podido entregar información a nivel de desagregación necesaria para complementarlo con el análisis de la CDMX, aunque confiamos en que pronto lo podamos hacer. Es muy necesario tener a estos dos actores (CDMX y EDOMEX) para lograr una solución duradera”.
Sin embargo, en los datos resalta la Autopista Urbana Norte como una posible ruta que facilite la perpetración del delito. Además, las fronteras en general tienden a concentrar un mayor número de delitos debido a la falta de coordinación y jurisdicción de las autoridades policiales entre dos o más entidades, agregan las expertas.
Las autoras de la investigación del robo en transporte público destacaron que las cifras obtenidas, gracias a la labor de georreferenciación, ponen de manifiesto que la inseguridad de la Ciudad de México no es un problema exclusivo de esta zona del país. A la delincuencia no le importan las divisiones político-administrativas, y para ofrecer soluciones de seguridad, particularmente en un servicio inter-urbano como los microbuses, es necesario diseñar estrategias metropolitanas.
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