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david.fuentes@eluniversal.com.mx
El robo del cheque de casi un millón de pesos que recibió el catedrático de la UNAM Vidal Zavala Rosas días antes de ser asesinado y enterrado en el patio de su domicilio, pudo ser el móvil del crimen. Por esta situación la procuraduría investiga a su primer circulo familiar y de amistades.
Estos eran los únicos que sabían que recibiría esa cantidad de dinero y sobre todo la fecha exacta. Por esta situación, la esposa del catedrático pasó de ser una testigo presencial a una sospechosa, al encontrar los agentes una serie de inconsistencias en su declaración preparatoria.
La mujer señaló a un alumno de su esposo de nombre “Víctor” como el responsable del homicidio, ya que según lo asentado en la carpeta FXH/XO-2UI-3/C/D/1577/09-2016, el joven, supuestamente el día de los hechos, por la fuerza la sacó a ella y a su hija de un año de edad para dejarlas en casa de un familiar.
La mujer de 40 años aseguró que después que “Víctor” la desalojó de la vivienda, le pidió que la llevara hasta el metro Tasqueña. El presunto asesino accedió y para esto utilizó un Ford Fiesta rojo, propiedad del académico, después ella misma abordó un taxi con dirección a Cuemanco y nunca pidió ayuda.
Dijo que el pasado jueves 29 de septiembre por la tarde, después de que su esposo fue golpeado y sometido por tres hombres, entre ellos “Víctor”, a ella la ataron de los pies y la metieron en una recámara del segundo nivel junto con su hija.
Sin profundizar el por qué golpearon a su esposo o detallar qué hacían las otras personas con el catedrático, la mujer dijo que después que la corrieron, regresó por la madrugada.
El supuesto asesino, nuevamente les pidió que se retirara y la mujer accedió, sin embargo, en lugar de solicitar ayuda policial, cuenta que ella y su hija se quedaron en un hotel en el pueblo de San Luis Tlaxialtemanco.
Al otro día fueron a una sucursal bancaria para saber si se había hecho algún movimiento de una cuenta en la que días antes habían recibido un depósito por un millón de pesos.
No fue hasta las 12:00 horas del viernes 30 que la mujer acudió a denunciar ante el Ministerio Público y le pidió ayuda a policías preventivos para ingresar a su hogar y encontraron el cuerpo del catedrático en el patio.
Por estas y una serie de imprecisiones e incoherencias, la mujer también es sospechosa, pues no ha explicado cosas claves a las autoridades, al tiempo que revisan las cámaras de vigilancia de la ciudad si efectivamente el automóvil del catedrático hizo todo el recorrido que la viuda narró ante el Ministerio Público.
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