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Año con año, varios pasillos del Mercado Sonora, ubicado en la delegación Venustianos Carranza, se visten de colores obscuros, se colman de telarañas sintéticas y un olor a incienso atrae a más personas de lo normal. Máscaras y disfraces cuelgan de los muros. Representaciones de la muerte, monstruos y héroes abundan mientras los visitantes deciden qué disfraz comprar para este Día de Muertos.
En cuanto acaba septiembre y transcurre octubre, los comerciantes del Mercado Sonora y sus alrededores cumplen con la tarea de poner a disposición de los capitalinos múltiples accesorios alusivos a la fiesta en honor a la muerte.
Desde hace tres años, Luis atiende un local que en estas fechas se dedica exclusivamente a vender artículos referentes al Día de Muertos y Halloween. En el sitio hay cajas llenas de pelucas, antifaces, frascos de sangre artificial, tridentes y guadañas plásticas, réplicas de medallones, colmillos fluorescentes, entre otros.
“Aunque ahora haya disfraces de lo que sea y de muchos materiales, los que más se siguen vendiendo son los de parca y los de vampiro, porque nada más necesitan de una buena capa y se tiene un disfraz”, aseguró Luis mientras acomodaba arañas de esponja en una mesa.
Los gritos de los comerciantes: “¡Pregunte sin compromiso!” o “¿Cómo qué buscaba?”, se mezclan con sonidos emitidos por los artículos en exhibición y las voces de quienes contemplan.
Karen, hija del dueño de uno de los locales y heredera del negocio familiar desde hace casi cinco años, se dedica mayormente a vender máscaras de látex y trajes completos. En su puesto resaltan rostros semiflexibles de Juan Gabriel y Donald Trump, pero también se destaca la indumentaria de héroes de cómics, monstruos de películas o videojuegos y más accesorios de ornato. Desde mínimos detalles, como son una placa de papel picado o un llavero luminoso y hasta figuras mecánicas o de tela inflable, para decoración de exteriores, pueden adquirirse en el lugar.
Por su parte, doña Mary, mujer de edad avanzada y quien monta su puesto cerca de uno de los accesos al mercado, afirmó que la máscara que más vende es La poseída, con un precio de 350 pesos, cuyo articulo representa el semblante de una joven con laceraciones en la piel y los ojos en blanco.