Más Información
Diputadas reafirman compromiso en 25N; María Teresa Ealy impulsa la prevención, protección y el empoderamiento
Ejército envía 100 elementos de las Fuerzas Especiales a Sinaloa; realizan labores de vigilancia en la entidad
“No habrá democracia plena mientras persistan desigualdades de género"; Rosa Icela Rodríguez llama a formar parte activa
Noroña se lanza contra Trump; qué aranceles deberíamos poner hasta que dejen de exportar armas y consumir drogas, cuestiona
Magistrada Mónica Soto defiende labor del Tribunal Electoral; sentencias han sido apegadas a la Constitución, afirma
INE analiza propuesta de Taddei para secretaría Ejecutiva; candidata está señalada por malversación de fondos
La búsqueda de un abogado que desapareció en julio pasado terminó cuando sus restos fueron localizados dentro de un tambo, al que le vertieron ácido para tratar de desaparecerlo.
Ahora la Procuraduría de la CDMX busca a dos hombres, quienes supuestamente habían contratado sus servicios para cobrar una deuda, como los principales sospechosos.
De acuerdo con la investigación, el 21 de julio pasado el abogado Ricardo Reyes acudió a una cita en la delegación Álvaro Obregón, pero ya no regresó a su casa ni contestó el teléfono. Durante varios días lo buscaron sin éxito, hasta que los agentes dieron con la vivienda a la que acudió el litigante, la cual está ubicada en la calle Nube, en Jardines del Pedregal.
Supieron que un hombre llamado Jesús lo contrató para cobrar una deuda. Aparentemente el abogado logró cobrar parte del dinero.
Una de las líneas de investigación es que entregó cantidades menores de las que él recibió y en venganza lo mataron.
DISFRAZARON EL CRIMEN
A través de los peritajes, las autoridades supieron que el hombre fue asesinado dentro de la residencia de Jardines del Pedregal. Se sabe que una vez muerto lo desmembraron y lo metieron a un tambo, al que le echaron ácido para tratar de desaparecerlo.
Después lo llevaron a un predio, también propiedad del sospechoso, donde colocaron el tambo en una bodega.
A los trabajadores que ahí estaban les hicieron creer que preparaban impermeabilizante y les pidieron que cada tercer día “le dieran vueltas”.
Hace unos días, agentes de la Fiscalía Antisecuestros hallaron el tambo con los restos, que no lograron disolverse. Las pruebas genéticas confirmaron que se trataba del litigante.
Fuente: Arturo Ortiz / El Gráfico