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Taxistas de diferentes estados de la república se manifestaron en la Ciudad de México para exigir a la Secretaría de Gobernación (Segob) que regularice y retire los servicios de transporte privado a través de aplicaciones móviles, como son Uber y Cabify.
Desde las 8:00 horas, cientos de taxistas se comenzaron a congregar en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, venían de los estados de México, Aguascalientes, Hidalgo, Guanajuato, Jalisco, Sinaloa, Yucatán, Q. Roo, entidades donde estas empresas han comenzado a trabajar.
Minutos después de que los ruleteros se instalaron en la Glorieta del Ángel, policías capitalinos les impidieron bloquear la avenida Paseo de la Reforma, por lo que comenzó una grezca, pues los oficiales aseguraban que la manifestación estaba programada para las 10:00 horas.
“Pues me golpearon, me querían sacar del coche, fueron los granaderos, otros taxis fueron remitidos al corralón”, dijo Carlos, quien tenía una herida en el parpado.
“Fuera Uber” y “Fuera Cabify”, eran las consignas que los taxistas gritaban, mientras esperaban a que más operadores se unieran a la manifestación.
En una bocina se anunciaba que una caravana de taxistas bloquearon el Segundo Piso del Periférico y la calzada San Antonio; ambos grupos de manifestantes buscaban llegar al Ángel de la Independencia, pero los uniformados les impidieron el paso.
También se denunció que en las carreteras México-Puebla; México-Pachuca; México-Toluca; y México-Cuernavaca los taxis foráneos que intentaban ingresar a la capital eran detenidos para no llegar al centro de la Ciudad de México.
Minutos antes de salir a la Secretaría de Gobernación, algunos ruleteros trataron de impedir el paso a los conductores de Uber que circulaban sobre la lateral de Paseo de la Reforma, incluso golpearon un vehículo y le quebraron el cristal, pero los organizadores de la movilización detuvieron las agresiones.
A las 11:30 horas, más de 2 mil 500 taxistas de toda la república comenzaron a avanzar en auto o a pie sobre Paseo de la Reforma, del Ángel de la Independencia al Palacio de Cobian.
Los taxistas señalaron que 40% de sus ingresos se han visto dañados con la operación de estas apps y acusan que más de 700 mil taxistas en todo el país están siendo “aniquilado económica y socialmente”.
Los operadores acordaron 11 puntos para cambiar la prestación del servicio de taxi, entre ellos, la implementación de taxímetro satelital, la mejora de unidades, la capacitación para los operadores e implementación de una campaña de reducción de emisiones de contaminantes, entre otras.
Al llegar a la Segob, una comisión ingresó para entregar su pliego petitorio, donde demandaban retirar los servicios de transporte privado a través de aplicaciones móviles.
Luego de tres horas, los líderes de taxistas no obtuvieron una respuesta a su favor; señalaron que fueron recibidos por Miguel Ángel Pérez Ochoa, director adjunto de Gobierno, quien escuchó sus demandas y les solicitó que en escritos explicaran el problema con fundamentos para interceder por ellos ante el Poder Legislativo.
Los manifestantes insistieron en que las empresas de aplicaciones son ilegales y exigieron al funcionario dar cumplimiento a la ley, pero advirtieron que no hubo eco en su petición. El funcionario se comprometió a dar las facilidades para que con los escritos que presenten se les dé cauce rápido para que tengan noticias positivas.
Heriberto Sánchez Ruiz, presidente de la Red Nacional de aerotaxis, reconoció que no hubo ningún avance al término de la reunión.
Luego de conocer los resolutivos, algunos taxistas comenzaron a amenazar con realizar bloqueos para obligar a las autoridades a que atendieran sus demandas.
Sin embargo, los líderes recomendaron que esto es tan sólo el Plan A, pero que el siguiente paso es, cerrar carreteras y avenidas en la capitales de los estados, pero para ello, tenían que actuar con la cabeza fría para no entorpecer al movimiento.
