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Por su probable responsabilidad en la comisión del delito de extorsión agravada, María Guadalupe Morales Pérez fue detenida por elementos de la Policía de Investigación (PDI), en la Ciudad de México.
La Procuraduría General de Justicia capitalina infirmó que de acuerdo con las indagatorias, la imputada fue identificada como titular de una cuenta bancaria donde fue depositado el dinero, producto del ilícito cometido en agravio de un hombre, en la delegación Iztapalapa.
En la averiguación previa quedó asentado que en julio de 2015, la víctima se econtraba en su domicilio, cuando recibió una llamada telefónica de un hombre quien le dijo que tenía a su hija secuestrada y, para dejarla libre, le exigió dinero en efectivo.
El presunto extorsionador aceptó el depósito de una mínima cantidad para liberar al familiar del supuesto secuestro, por lo que el agraviado acudió a un establecimiento comercial a efectuar dicho movimiento.
Posteriormente, el denunciante recibió asesoría de policías de proximidad, que buscaron y localizaron a la presunta secuestrada; quien al mismo tiempo dijo haber recibido también una llamada extorsiva en la que le indicaron que su madre estaba secuestrada, hecho que resultó ser falso.
Después de activarse el protocolo de investigación en la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, Fuerza Antisecuestro (FAS), se logró conocer la identidad de la indiciada y su relación con la cuenta bancaria donde el afectado efectuó el pago.
Una vez integrados los elementos de prueba, el agente del Ministerio Público solicitó la orden de aprehensión contra Morales Pérez, cumplimentada el pasado 30 de agosto, cuando la imputada caminaba por calles de la colonia Ermita Zaragoza, en la delegación Iztapalapa.
En su declaración ministerial, la indiciada aceptó que obtuvo un depósito en su cuenta, producto de la extorsión, por lo que fue consignada ante un juez penal, con sede en el Centro de Reinserción Social Santa Martha Acatitla.
En tanto, continúan las investigaciones para identificar y detener a su cómplice. De acuerdo con el Código Penal de la capital, la inculpada podría hacerse acreedora a una pena privativa de libertad de hasta 12 años de cárcel por este delito.
cfe
