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Madrid.— España recibió con indignación la muerte de María Villar Galaz. El mundo del futbol se volcó ayer en condolencias a la familia y al tío de la víctima, Ángel María Villar, presidente de la Real Federación de Futbol y reciente candidato a dirigir la UEFA. Los diarios nacionales y la prensa europea hicieron eco del suceso.
“Es un hecho dramático”, declaró ayer Jorge Fenández Díaz, ministro del Interior español. Imanol Landa, alcalde de Getxo, la localidad en la que nació y residió hasta hace tres años la mujer, expresó las condolencias de todos los vecinos.
Miguel Ángel Villar es un personaje controvertido en España, donde tiene abierto un proceso judicial por abuso de poder en la federación que ha presidido 28 años. Aun así, hasta sus mayores rivales le dedicaron ayer palabras de apoyo. Es el caso de Javier Tebas, el presidente de la Liga de Futbol, con quien Villar cruza frecuentes ataques en los medios. “Terrible noticia. Mi más sentido pésame”, declaró Tebas en Twitter. Miguel Galán, principal rival de Villar para presidir la federación, escribió: “Quiero enviar mis condolencias a la federación y a Ángel María Villar y a toda su familia por la trágica muerte de su sobrina”.
Fuentes de la federación destacaron al diario As la discreción con que Villar llevó el secuestro de su sobrina. Siguiendo los consejos policiales, no comunicó ni a sus más estrechos colaboradores la negociación que estaba en marcha con los secuestradores.
Al salir de la sede de IBM en Santa Fe, Villar Galaz subió al taxi donde desapareció. Cuando no llegó a su casa, en Polanco, su marido y amigos alertaron de la desaparición mediante las redes sociales. “Una amiga está desaparecida desde ayer a las 9 pm… Su nombre es María Villar Galaz, es de España y vive en México DF”, decía un mensaje de Facebook en español, portugués e inglés, junto con una foto de la mujer, el recorrido que seguía de casa al trabajo y una solicitud de información sobre su paradero.
Horas después los secuestradores contactaron a la familia y pidieron un rescate. Según el relato que hizo el ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, en un programa radiofónico el martes, la familia pidió ayuda a la embajada y el consejero del Interior de la embajada contactó con la Policía Federal.
Inmediatamente se desplazaron a México dos agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Judicial española, quienes siguen en la capital del país para colaborar en la investigación.
El rescate fue pagado el 14 de septiembre por el marido y Gorka Villar, primo de María, hijo de Miguel Ángel Villar y ex director general de la Confederación Sudamericana de Futbol.
De acuerdo con autoridades de procuración de justicia, pagaron 66 mil pesos, pero el monto exigido para liberarla fue de 2 millones de pesos.
Sin contacto con los secuestradores desde el día 15, el marido y Gorka recibieron un aviso de la morgue de Toluca, donde había llegado un cadáver que encajaba con la descripción de María. En ese momento más familiares habían volado a México. Tras identificar el cuerpo se desplazaron a la morgue el embajador español, el cónsul adjunto y el agregado de interior para la entrega de los restos.
Según EFE, “se hizo el traslado en un servicio funerario con el que ellos van a repatriar” a España.
