Más Información
“La UNAM no me respalda, He for she no me representa, decidimos: nosotras por nosotras”, es una de las consignas que gritaron cerca de un centenar de alumnas de diferentes facultades de la Máxima Casa de Estudios, que se dicen hartas de que las autoridades educativas no atiendan las denuncias de acoso y violencia machista que prevalecen en la institución.
Buscan exponer a los agresores que hay en varias facultades, además de denunciar que en los baños fotografían a las mujeres cuando hacen sus necesidades.
Poco después de la una de la tarde en la explanada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, se apreciaba a una pareja de jóvenes representando a Diego Rivera y a Frida Kahlo a un lado de ellos, un grupo de mujeres empezaban a pintar en cartulinas blancas, mensajes como: “en la UNAM se protegen agresores”, “Miguel Ángel y el Tepeji del auditorio Che son feminicidas potenciales”,“Ser estudiante, ser profesor, no te libra de ser un agresor”, entre otros. Mientras ellas pintaban un joven que las observaba empezó a reír y gritó: “ Ay ni quién las molesté” y siguió su camino.
Ellas se preparaban para marchar contra las violencias machistas en la Universidad.
Antes de partir en punto de las 14:00 horas se designó a una comisión de seguridad, integrada por tres chicas que estarían monitoreando que el contingente no se dispersara y que no se acercarán “tipos agresivos”.
Acordaron en ir encapuchadas pues temen represalias tanto de compañeros como de profesores.
La ruta a seguir fue de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) pasando por Ciencias, Ingeniería, Derecho, Economía y Filosofía hasta llegar a Rectoría.
En el transcurso, Guadalupe, estudiante de periodismo, contó a EL UNIVERSAL que el movimiento #nosotraspornosotras busca y exige seguridad para las mujeres, desde alumnas, académicas y trabajadoras.
Denuncia que el acoso surge desde el interior del aula, donde hay profesores que las señalan como “revoltosas”, que minimizan la violencia de género y que incluso les ponen una calificación menor de lo que merecen.
Lupe, dice que ella sufre acoso por parte de un ex novio que también estudia en la Universidad y que hay antecedentes de que ha violentado a otras ex parejas: “yo denuncié, porque me violentó en muchas formas, desde abuso sexual, psicológico y físico, pero no le hacen nada, él aquí tiene la imagen hasta de protector de animales”.
Onésimo Hernández es de los pocos hombres que asistieron a esta marcha, él estudia en Acatlán y dijo que se sumó esta causa pues quiere brindar solidaridad “a las compañeras y que sepan que no están solas”.
Mientras el contingente avanzaba por la Facultad de Ingeniería un hombre que vende dulces gritó: “descubran su cara, y así si las respetamos”.
Finalmente el contingente llegó a las puertas de Rectoría gritando: “de noche, de noche, de noche o de día, desnudas o vestidas, en la UNAM o en la calle que respeten nuestras vidas”.
Antes de leer su comunicado terminaron de pegar carteles y en el piso pintaron: Nosotras por nosotras”.
“No es con carteles pegados en toda la Universidad ni con carteles rosas como la UNAM debería validar nuestros derechos y los espacios que no tenemos y exigimos las universitarias. No queremos sus derechos gestados hace miles de años, lo que queremos es poder asistir a la Universidad sin tener que preocuparnos”, leyó una chica vestida con un pantalón negro y una blusa color verde bandera.
En su mensaje hacen un llamado a las autoridades académicas, explican que no quieren encontrarse a su agresor en el pasillo, piden castigo para los agresores y no que se les proteja.
Denuncian que el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) no ha ayudado a cambiar la perspectiva entre autoridades y comunidad universitaria para temática de género, pero sí fomenta respeto para “otros que no somos nosotras”.
Por eso dicen “no nos sentimos representadas ni respaldadas por el PUEG, mucho menos por esas campañas estériles que están dirigidas a mantener la imagen de la UNAM”.
Aseguran que no podrán silenciarlas, continuarán con su lucha, pelearan por sus derechos a ser libres y respetadas.
Exponen el caso de Miguel Ángel Vázquez Ramírez, alumno de la carrera de Estudios Latinoamericanos, quien agredió a una compañera mientras dormía en una casa de campaña y no se hizo nada.
“Mujer, tienes que saber que no estás sola y nosotras te creemos y te abrazamos si así lo deseas, recuerda que si agreden a una, respondemos todas. Ante la violencia machista, autodefensa feminista” concluyeron.
El contingente se dispersó poco a poco. Antes de que la explanada de Rectoría quedará vacía empleados de la UNAM despegaron los carteles de la puerta y lavaron el piso.
ahc
