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En el marco de la conmemoración por el 31 aniversario de los sismos que sacudieron a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó un simulacro en 175 de sus dependencias y con la participación de 175 mil integrantes de su comunidad.
La UNAM simuló un sismo de magnitud 8.1 con un epicentro localizado a 28 kilómetros al sur de Atoyac de Álvarez, Guerrero, tras el cual, “se activaron los servicios de emergencia UNAM. Las instalaciones universitarias del campus central se reportan sin incidentes. Todas ellas cumplieron con los protocolos establecidos, tanto de repliegue como de evacuación”, reportó la dependencia universitaria.
Simultáneamente se llevó a cabo un simulacro de incendio en uno de los edificios de la Facultad de Medicina, en Ciudad Universitaria, en el que se desalojó y acordonó toda el área para que pudieran intervenir los cuerpos de bomberos de esta casa de estudios.
Eduardo Cacho Silva, director de la dirección general de Prevención y Protección Civil de la UNAM, explicó la importancia de este tipo de ejercicios para estimular la cultura de la prevención y recuperar la actividad normal en las dependencias y entidades universitarias en caso de un evento sísmico real.
“Cuando ocurre un sismo hay que evitar el pánico en la medida de lo posible, porque éste suele ser uno de los principales elementos que traicionan la movilización y que pueden arrojar heridos o hasta muertes por un tumulto o una estampida”, añadió en la explanada de la Torre de Rectoría, donde se reunió a todo el personal de ese edificio luego de que la alarma sísmica empezó a sonar.
jram