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Con declaraciones ocurrentes, entre ovaciones e incluso destapes promoviéndolo como presidente, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, rindió ante 59 de los 66 diputados de la Asamblea Legislativa, gobernadores invitados y líderes de partidos su 4to Informe de Gobierno.
Su discurso duró casi dos horas y contrario a lo que la oposición predecía de que la rendición de cuentas transcurriría en una ambiente de encono, el informe se realizó con placidez. Los aplausos aparecían cada vez que el mandatario capitalino hacía una pausa.
Afuera y adentro del recinto de Donceles se escuchaba: “¡Miguel Ángel Mancera para presidente!” lo vitoreaban simpatizantes y sindicalizados del gobierno capitalino.
Llegó 15 minutos antes de las 11:00 horas, esperó el quórum para poder rendir cuentas ya que algunas curules de los diputados y sillas de invitados especiales aún estaban vacías. Los minutos transcurrieron, pero fueron aprovechados para tomarse fotografías. La mayoría hizo fila para retratarse con el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, y uno que otro con Alejandro Encinas, hoy diputado constituyente. Aunque llegaron tarde, acudieron los gobernadores del Estado de México, Eruviel Ávila; de Morelos, Graco Ramírez; Carlos Lozano de la Torre, de Aguascalientes; Rafael Alejandro Moreno, de Campeche; Manuel Velasco, de Chiapas; Omar Fayad, de Hidalgo; Silvano Aureoles, de Michoacán; Arturo Núñez, de Tabasco.
También estuvo el Gobernador Electo de Quintana Roo, Carlos Manuel Joaquín González.
También asistieron presidentes municipales, entre ellos Enrique Alfaro, de Guadalajara, con quien ha establecido alianzas. De los delegados el único ausente fue el de Cuauh-témoc, Ricardo Monreal.
En su discurso, lleno de promesas añejas y con compromisos por cumplir, Mancera hasta se dio tiempo de bromear. Desde el recinto envió un saludo a los paisanos y dejó claro que en la Ciudad de México no es bienvenido el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump: “¡Va en prenda mi cancelación de la visa!”, ironizó.
Minutos más tarde llegó el “resbalón” cuando habló de la rehabilitación de plazas públicas, confundió Morena por la calle de Moneda, lo que provocó carcajadas.