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El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, está contento, relajado. Momentos antes entregó oficialmente su proyecto de Constitución de la capital del país que después de 20 años de negociaciones se logró concretar.

Está consciente de que pasará a la historia por ese simple hecho.

Reconoce que la Ciudad atraviesa momentos difíciles, sobre todo en materia económica, porque en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) le aplicaron un recorte que la tiene en una situación de “asfixia”, por lo que adelanta que dará la pelea para obtener más recursos y, si es necesario, participar en una protesta pacífica.

Cuando habla de este tema con EL UNIVERSAL sus facciones se endurecen, evidencia que realmente le pegaron, por lo que cuestiona al gobierno federal de las decisiones que se tomaron: “Yo no veo que se aprieten mucho el cinturón como sí se lo están apretando a la Ciudad”.

Por esta diferencia, como las medidas ambientales manejadas a mediados de año y la aplicación de los programas sociales, el mandatario capitalino considera que se vive “un momento de desencuentro con la Federación”.

A unas horas de que rinda su 4to Informe de Gobierno en la Asamblea Legislativa, el mandatario capitalino se dice contento por lo que ha hecho en la administración, aunque reconoce que muchas de sus decisiones han generado malestar en los capitalinos, como la aplicación del Reglamento de Tránsito que redujo 20% los decesos por accidentes automovilísticos y ratifica que tomó una buena decisión.

Pero el tema del momento es la distancia que ha tomado con la Federación en los últimos meses.

Cuando asumió la jefatura de Gobierno dijo que buscaría tener una buena relación con el Presidente de la República para obtener mayor beneficio para la capital, pero hoy se ha distanciado, ¿si sacó beneficio?

—Yo te diría en 2014, 2015 y 2016 hemos tenido Fondo de Capitalidad, o sea sí sirve, porque tuviste 2 mil 500, 3 mil 500 y 4 mil millones de pesos en esos años. Si sumamos esto podemos decir que la Ciudad tuvo arriba de 8 mil millones de pesos. Sí sirvió porque construimos algo para las delegaciones de un fondo que antes estaba negado.

Económicamente funcionó, ¿pero políticamente le funcionó a Miguel Ángel Mancera aparecer al lado del presidente Enrique Peña Nieto?

—Políticamente se construyó lo que se tenía que construir.

¿Que fue qué? Impulsar el salario mínimo, la reforma constitucional. Políticamente se construyó lo que se tenía que construir con la reforma política de la Ciudad de México, que siempre fue una moneda de cambio para no dar el paso más de 20 años. Más de 20 años intentándolo sin lograrlo. Yo creo que con eso se avanzó.

¿Daba para más esa relación?

—Yo creo que es una relación que no se debe de perder desde el punto de vista institucional. La Ciudad de México no tiene por qué no trabajar institucionalmente con la Federación. Si ésta no quiere trabajar con la Ciudad de México, esa es otra cosa.

¿Por eso el distanciamiento?

—Sí, yo creo que esto ha abonado a que hoy haya estos desencuentros.

¿Usted observa que por estos desencuentros el gobierno federal les recortó el presupuesto como una revancha o porque lo ve como un candidato presidencial para 2018?

—Yo creo que todo puede ser. No lo descarto. Que hoy te dijera: no, de ninguna manera esto no tiene tinte político. ¡Pues claro que no! Claro que puedes hacer política con los recursos.

El PRD considera que este recorte presupuestal pretende ahorcar a la CDMX, ¿comparte esa postura?

—Hoy está estrangulada la Ciudad de México con este recorte, en sus proyectos especiales está estrangulada, ¡hay que hablar claro! Hoy le diría a la gente del Estado de México y de la Ciudad olvídense de la Línea A del Metro, olvídense de la ampliación de la Línea 12. Eso es lo que no se vale, eso no es si me quieren hacer daño a mí, se lo están haciendo a la ciudad.

¿Desde su perspectiva había otras formas para aplicar este recorte?

—Yo creo que sí.

¿A qué le habría apostado Miguel Ángel Mancera con este escenario económico?

—A un planteamiento de austeridad real. Que nos den muestras de austeridad. Por ahí hay alguien que dice que se debe apretar el cinturón, yo no veo que se aprieten mucho el cinturón, como sí se lo están apretando la Ciudad. Yo no veo que se lo estén apretando.

Al fruncir el ceño y elevar la voz en ciertos momentos de la conversación, Mancera Espinosa refleja que el recorte presupuestal federal le pegó más allá de lo económico.

“A ver, si nos ajustamos el cinturón, ¿por qué el Tren Interurbano tiene entre 15 y 18 mil millones?, ¿por qué el tren sí y por qué la conexión del Metro no?, ¿cuál es la diferencia? Es más, va a transportar más gente la conexión de la Línea 9 con la Línea 1 que el tren, eso es en lo que yo no encuentro lógica”.

Entre las diversas acciones que han propuesto los perredistas para defender el presupuesto se incluyen las manifestaciones, a lo que el mandatario capitalino considera que en última instancia “yo podría estar en una protesta pacífica, sin duda. No pienso afectar doblemente a la ciudadanía con una protesta, pero sí podría, como no”.

Cuando habla del tema electoral se relaja, incluso como estrategia trata de desviar el tema diciendo que aún tiene muchos pendientes en la ciudad por cumplir y dar resultados.

Menciona que en sus recorridos por el interior de la República le ha ido muy bien y que la gente pide los programas que se implementan en la Ciudad, como el Reglamento de Tránsito, los mecanismos de control a las escoltas y hasta el silbato contra el acoso sexual.

¿En los estados también quieren a Miguel Ángel Mancera como candidato presidencial?

—Pues nos animan, y te lo digo sin empacho, la verdad es que mucha gente nos anima. Como que antes no estaba muy en el radar, porque además nunca antes nos habían preguntado, pero ahora en los estados también nos animan para que vayamos.

¿Cómo iría?

—Lo que veo es construir un proyecto donde puedas convocar al PRD, Movimiento Ciudadano, PT, a personalidades que salieron de alguno de ellos y puedan regresar al proyecto mismo.

¿De independientes incluiría a El Bronco?

—Con El Bronco tenemos muy buena relación. Con Jaime Rodríguez tenemos muy buena relación, él está haciendo su trabajo, tiene sus tareas. No sé si al final vamos a coincidir o vamos a competir, no lo sé.

Con Silvano Aureoles, que también ha expresado sus aspiraciones, ¿le ha arrimado el caballo?

—Mira yo veo en el PRD, completamente ahora te hablo del PRD, Silvano (Aureoles, gobernador de Michoacán) sin duda quiere ser candidato, Graco (Ramírez, gobernador de Morelos) quiere ser candidato, y qué bueno que haya esa posibilidad de competir.

Yo no estoy afiliado al PRD, pero mi trabajo ha sido consistente con él.

¿En esta alianza no ve a Morena?

—No. Morena marcó su ruta, no una, muchas veces, y ha sido consistente.

¿Con quién se ve compitiendo a la Presidencia de la República?

—El PAN tiene varias figuras de las cuales tendrá que hacer una selección. Hoy claramente está Ricardo Anaya (presidente nacional); está Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle. No descartaría al propio Roberto Gil como una opción también del PAN, esa es una situación que seguramente ellos ya están analizando y que están trabajando.

Del PRI yo creo que pudiera estar Miguel Ángel Osorio Chong, sin duda está el gobernador Eruviel Ávila, no descartaría a Luis Videgaray, a pesar de lo que haya sucedido, me parece que es una persona con demasiado empaque. Obviamente al propio secretario (de Hacienda, José Antonio) Meade que tiene una gran experiencia en varias áreas de gobierno, a Aurelio Nuño (secretario de Educación Pública).

¿En Morena no hay vuelta de hoja?

—En Morena no hay duda, quien preguntara hoy yo creo que… pues sólo que venga de Kazajistán y quién sabe cómo le vaya a ir.

Cómo ve a la ciudad en 2018, ¿corre el riesgo de que la pierda el PRD?

—La ciudad está hoy exactamente divida en dos líneas de trabajo que hablan de la izquierda. Una representada por Morena, y otra representada mayoritariamente por el PRD, en donde también hay actores de Movimiento Ciudadano y del PT.

¿Se ve entregándole la administración a alguien de Morena?

—La administración de la Ciudad de México se la vamos a entregar a quien corresponda. Yo he trabajado con todos. He trabajado con el delegado (Ricardo) Monreal que es de Morena, he trabajado para ayudar y contribuir a que le vaya bien a la administración de Claudia Sheinbaum. Los dos tienen diferentes estrategias.

¿No le hace ruido pasar a la historia como el perredista que entregó a otro partido la ciudad?

—Las transiciones son normales. Hay una gran posibilidad de que el PRD conserve la ciudad, es real, no es algo que te esté hablando al aire, pero también hay un riesgo de que cambie ahora que están divididos, porque si no hubiera esta fractura te diría el PRD seguirá estando en el gobierno local.

¿En el PRD qué candidatos ve?

—En el PRD tendrán que hacer sus análisis, tomar las decisiones, pero yo desde la vez pasada comentaba varios nombres que se han manifestado o podrían ser. Podría ser Patricia Mercado, Manuel Granados, José Ramón Amieva, Salomón Chertorivski, Alejandra Barrales. Yo creo que hay varios, que habrá que ir viendo la ciudadanía qué es lo que decide, en el mismo caso está Morena…

¿Pero ahí es una persona la que toma la decisión, la del máximo líder?

—Puede ser, si ya tienes ese análisis…

¿Usted lo comparte?

—Yo hoy te diría si es del máximo líder tendrá que decidir entre más de uno y ese más de uno vería que está apuntado Ricardo Monreal, que lo ha dicho abiertamente, Claudia Sheinbaum, que no lo ha dicho pero sabemos que puede ser, y Martí (Batres) que también lo ha dicho, aunque de otra manera.

Otro de los frentes abiertos es con el Estado de México, por la publicación del inventario de emisiones contaminantes, del que argumenta que tenía la obligación de publicarlos, pero al mismo tiempo advierte que no pasará a mayores porque “yo no tomaría una decisión que afectará a los habitantes de la entidad”.

Mancera se acomoda por enésima ocasión en la silla y ajusta su corbata de color gris a rayas que combina con el traje negro, hace una pausa y afirma que aún le quedan muchas cosas por hacer en la ciudad, si está con vida.

¿Este será su último informe?

—No.

¿Todavía alcanza a dar el 5to Informe de Gobierno?

—Sí

¿Podrá presumir los logros de las obras que están pendientes?

—¡Sí! Vamos a tener varias cosas que ya estarán concluidas para entonces.

Mancera reconoce que muchas de sus decisiones no cayeron bien entre los capitalinos, pero advierte que cuando termine su administración “se va a notar el antes y después de la Ciudad de México”.

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