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Tal vez no sobre Paseo de la Reforma, pero sí a una calle de esta avenida se encuentra la Torre Diana, un nuevo rascacielos que justo en este mes de septiembre iniciará operaciones y buscará convertirse en otro referente más de este corredor financiero de la ciudad que crece poco a poco.
Con una inversión de 183 millones de dólares, el moderno edificio fue construido con el afán de ser la pionera en la búsqueda de expandir la zona comercial en esta importante vialidad, según explica a EL UNIVERSAL Alfredo Martín del Campo, coordinador de operaciones de la Torre Diana.
“Nosotros no nos colocamos sobre el corredor Reforma como tal, aunque estamos cerca. Lo que pensamos es que Reforma se comienza a saturar y como ciudad no queremos que crezca linealmente sobre un solo corredor, queremos que sea una zona financiera, así que buscamos expandirnos a una zona para no saturar la lateral”, argumenta.
El inmueble adquiere su nombre por “La Flechadora de las Estrellas del Norte”, mejor conocida como la famosa Fuente de la Diana Cazadora, elemento representativo de la ciudad que fue inaugurada en la glorieta del Paseo de la Reforma, entre las calles de Lieja y de Río Ródano, en el año 1942, como un encargo del entonces presidente Manuel Ávila Camacho al regente del Distrito Federal, Javier Rojo Gómez, para embellecer la capital mexicana.
Tras su instalación, la estatua homónima fue criticada y censurada por la Liga de la Decencia y a raíz de las obras del Circuito Interior (1974) fue removida y llevada posteriormente al Jardín Ródano (1976). Fue hasta 1992 cuando la fuente volvió al Paseo de la Reforma, pero esta vez entre las calles de Sevilla y Río Mississipi.
Veinte años después la Torre Diana se convirtió en su vecina y será este mismo mes cuando inicie sus operaciones al albergar oficinas de empresas como Uber, AT&T, entre otras.
33 pisos y con forma de diamante
El edificio, erigido en un área de 142,000 m² y de una altura de 158 metros, cuenta con 33 pisos y la renta por metro cuadrado oscila entre los 26 y los 28 dólares.
Su construcción y los elementos que la componen están diseñados para darle una vida larga, pues sus dueños (Fibra UNO, Grupo Farca y Reichmann International) buscaron otorgarle un diseño perdurable aún con el paso de los años lo que, aunado a la inversión, le daría la oportunidad de convertirse en un ícono de la Ciudad de México.
“La calidad que entregamos es algo muy importante que tiene la empresa y es que (esperamos que con el tiempo) sea igual o mucho mejor de cuando se abrió. Es lo que buscamos, que la gente
-aún cuando pasen los años- piense que la acabamos de abrir”, presume Alfredo Martín del Campo.
Martín del Campo definió este proyecto como un edificio único de “esos que sólo se ven cada 10 años” pues su similar sería la Torre Mayor (2003), según cuenta a EL UNIVERSAL.
“Lo que representa la Torre Diana en cuanto a equipo de tecnología y estándares de calidad, es lo mejor y no se ve tan seguido”, añadió.
Aclaró que cuando se inició el proyecto se pensó en “productividad y eficiencia; es básicamente nuestro objetivo y lo que muchas empresas buscan, que sus empleados tengan comodidades dentro del edificio y que no tengan que desplazarse y perder tiempo”.
Es por ello que la Torre Diana -cuya fachada asimila un diamante que refleja sus alrededores- cuenta con una certificación Leed Gold, la cual la acredita también como un inmueble sustentable, pues poseé ventanas de doble capa con gas inerte para rechazo de calor y mayor ahorro de energía, así como una planta de tratamiento de aguas residuales, tres subestaciones eléctricas y planta de emergencia.
Además, para hacer frente a emergencias como sismos tiene una estructura en forma de "L" que la convierte en una edificación estable y segura; mientras que en caso de incendio, las instalaciones tienen un sistema de bombeo, rociadores y válvulas, además de extintores con cobertura en todas las oficinas.
Su ubicación es estratégica y garantiza la movilidad porque se encuentra entre vialidades concurridas como Lerma, Río Mississippi, Reforma, y Circuito Interior, así como de las estaciones del Metro Chapultepec, Sevilla y Auditorio.
ahc