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phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx
Entre 2012 y 2014, los precursores de ozono en la Ciudad de México y los municipios conurbados del Estado de México registraron una disminución de alrededor de 50%; sin embargo, las partículas suspendidas PM2.5 —consideradas como las más dañinas para la salud— incrementaron.
De acuerdo con el Inventario de Emisiones 2014, presentado por el Gobierno de la Ciudad de México la semana pasada, se emitieron 138 mil 454 toneladas de óxidos de nitrógeno y 360 mil 123 toneladas de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV).
Estas cifras, correspondientes a los precursores de ozono, se ubican por debajo de lo registrado en 2012. Entonces, los óxidos de nitrógeno alcanzaron 239 mil 132 toneladas mientras que los Compuestos Orgánicos Volátiles sumaron 632 mil 748 toneladas.
Los registros indican que en dos años los óxidos de nitrógeno disminuyeron en 100 mil 678 toneladas, mientras que los COV se redujeron en 272 mil 625 toneladas.
La causa, automotores. El Inventario de Emisiones explica que los óxidos de nitrógeno (NOx) son generados principalmente por fuentes móviles como el transporte público y los automóviles.
“Los tractocamiones de placa federal tienen una mayor contribución en emisiones. Sin embargo, para el caso del Estado de México se determinó una gran cantidad de NOx, ocasionadas por la cantidad de unidades pesadas de carga locales, pick ups y vehículos de hasta 3.8 toneladas”, precisa el informe.
Los denominados precursores de ozono, en conjunto con las altas temperaturas y la ausencia de viento, derivan en altas concentraciones de contaminantes, mala calidad del aire y, con ello, en la activación de contingencias ambientales.
Aumentan las más perjudiciales al cuerpo. Si bien el reporte ambiental muestra cifras positivas, el panorama para las partículas PM2.5, que llegan con mayor facilidad a los órganos internos del cuerpo humano causando diversas enfermedades respiratorias, no es alentador.
En 2012 las partículas menores a 10 y 2.5 micrómetros registraron 34 mil 677 toneladas, de las cuales 27% correspondió a PM2.5; dos años después éstas disminuyeron a 31 mil 431 toneladas, 41% de las cuales son PM2.5.
Aunque en términos generales la presencia de partículas en el ambiente refleja una disminución, al hacer el desglose correspondiente a las PM2.5 se encuentra que éstas pasaron de 9 mil 450 toneladas a 12 mil 886.
Sobre la emisión de las partículas menores a 2.5 micrómetros el Inventario de Emisiones presentado por el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, precisa que la Ciudad de México tiene una “aportación importante” de este contaminante, debido a actividades de construcción; mientras que en el Estado de México, los responsables son los tractocamiones.
“El sector industrial tiene aportaciones significativas de PM2.5, principalmente en el sector químico de jurisdicción federal y por la fabricación de productos a base de minerales no metálicos (cementeras, caleras, otros), debido a los procesos de combustión y el manejo de materias primas”, indica el Inventario de Emisiones 2014.