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Desnuda y sin vida, Stephanie Magón fue hallada a la mitad de la avenida, frente al número 20 de la calle Miami, colonia Nápoles, delegación Benito Juárez, donde vivía en un pequeño cuarto de azotea desde hace 15 días.
La investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México refiere que la modelo de origen colombiano se precipitó desde el techo de donde residía, que era el departamento 9, luego de subir por unas escaleras de madera que se encuentran a un costado de la puerta de su hogar.
El cuerpo de Stephanie Magón, de 23 años, quedó tendido a media calle, tras caer desde aproximadamente 12 metros de altura; el árbol que está frente al edificio modificó la trayectoria que lo proyectó a 5.30 metros de distancia del inmueble, según las indagatorias en curso.
Imágenes en poder de EL UNIVERSAL muestran que la distancia que hay del edificio al lugar donde quedó tendido el cuerpo de la joven, en la acera de la calle de Miami, es de al menos 5.30 metros. Frente al inmueble hay un árbol, cinco cables eléctricos y un poste de luz; no se observa ninguna cámara de vigilancia en toda la calle.
“Eran como las 6:00 de la mañana, yo estaba preparando mis cosas para salir de viaje, entonces escucho como cuando explota un tanque de gas, pensé que había caído algo al carro de mi mamá, pero no, cuál fue mi sorpresa que era una persona que estaba en el asfalto, de inmediato llamé al número de emergencias”, dijo una vecina.
Señaló que a pesar de que sólo había visto una vez a Stephanie Magón, sabía que ella tenía viviendo en el edificio únicamente 15 días y no los tres meses que se ha dicho. “Ella en sí no vivía en un departamento, residía en la azotea, en el número 9, esos cuartos están desde hace tres años, están adaptados para una persona. En la azotea, el límite de la barda está libre, antes se accedía porque ahí lavábamos la ropa, pero desde que construyeron los cuartos ya nadie sube”, comenta la joven, quien ya declaró ante las autoridades capitalinas.
Vecinos señalan que en estos cuartos de azotea viven personas de diferentes nacionalidades que se dedican al modelaje. Durante una visita a este edificio se les preguntó sobre el tema, pero se negaron a dar alguna información.
EL UNIVERSAL acudió al lugar de los hechos que se registraron el pasado 30 de julio. El inmueble no está resguardado por ningún elemento de la Secretaría de Seguridad Pública ni tiene sellos. Los vecinos entran y salen sin impedimento del edificio de 8 departamentos y dos cuartos de azotea. Lo único que recuerda la muerte de esta joven es un arreglo floral y dos moños colocados en los árboles cercanos.
La calle es pacífica durante todo el día, algunos vecinos pasan por el edificio, observan y se detienen en donde estaba dibujado el cadáver.
“Yo no creo que se lanzara, eso fue a propósito, una persona que se avienta no cae tan lejos y en posición fetal, yo vi el cuerpo, no me lo puedo quitar de la cabeza y espero que se haga una buena investigación”, dijo una de las vecinas, quien estuvo en primera fila la mañana del hallazgo.
De acuerdo con información de la PGJ, Stephanie Magón salió del Foro Normandía, ubicado en la calle de López, en el Centro de la Ciudad, alrededor de las 02:00 de la madrugada del sábado, acompañada de dos amigos, quienes la llevaron, en taxi, a su domicilio ubicado en la calle Miami 20.
Según los testimoniales recabados por autoridades periciales y videos, la colombiana estuvo en el antro, se metió al baño y una mujer indicó que estaba desnuda. Sus amigos la encontraron desorientada. Por ello decidieron salir del lugar. Ella estaba vestida.
Cuando llegó a su casa, según la versión de la procuraduría capitalina, Stephanie se alejó de sus amigos y cerró una reja impidiéndoles el paso a su cuarto. Horas después la encontraron en el asfalto. “La verdad es que no sé qué pasó; en la azotea hay una escalera de madera donde posiblemente subió”, dijo una de las 10 personas que declararon en el Ministerio Público.
Sobre la investigación de la muerte de Stephanie, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México concluyó que las lesiones encontradas en su cuerpo son producto de una precipitación, lo que, de acuerdo con el especialista en seguridad, Gabriel Regino, tiene que ver con diferentes factores relacionados con la gravedad, el peso y el impulso que hay.
“La precipitación no necesariamente equivale con una caída; cuando tú caes porque te tropezaste, quedas en el lugar donde te encuentras. Sin embargo, cuando se trata de un tema de precipitación, las autoridades tienen que tomar en cuenta si hubo un impulso de la persona que brincó y otra gran cantidad de factores, esto tiene que ser analizado con el área de la criminalística de campo”, explicó Gabriel Regino.