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Venta de bebidas alcohólicas, escasas medidas de protección civil, excesiva producción de basura, afectaciones en las vialidades y en el paso de las personas, además de generar grupos delincuenciales, son algunos problemas que se viven en los tianguis de la Ciudad de México.
“Llévele, llévele. Robado pero barato”, gritan los vendedores en el tianguis de Las Torres, ubicado en la esquina de Eje 6 Oriente y Periférico. En más de 750 metros hay puestos de ropa usada, nueva, piratería, comida, micheladas y “chacharas”.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se observó que en el mercado sobre ruedas se lleva a cabo la venta de comida, donde se conectan tanques de gas a poca distancia de los fogones, lo que podría generar algún accidente, además se vende alcohol sin ningún permiso.
“Pues además de poner sus tanques cerca del fuego, venden cervezas u otro tipo de alcohol, lo que genera que muchos delincuentes se reúnan ahí y quieran talonear a los que vienen al tianguis”, dijo Guadalupe, vendedora de ropa.
De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, las autoridades encargadas de supervisar este tipo de comercio omiten realizar visitas de verificación para garantizar medidas de protección civil y orden vial donde se instala el comercio informal.
La titular del organismo, Perla Gómez Gallardo, refirió que existen alrededor de 420 tianguis con un total de 46 mil 273 oferentes, mismos que operan de forma ilegal pues violan los derechos como al medio ambiente, libre tránsito y movilidad.
El tianguis de Las Torres se instala desde las 4 de la mañana y hasta las 18:00 horas, lapso en el que está obstruido un carril del Eje 6, mismo que se utiliza como contraflujo para el transporte público, generando más tráfico.
“Pues el camión tarda un montón en pasar porque tienen que esquivar a los vehículos que están estacionados por horas, y aunque hay policías, no mejoran”, dijo Angélica, vecina de la colonia Vicente Guerrero.
Al terminar el tianguis de “es un horror, es un mar de basura, todo vuela y hay ratas que caminan por ahí e incluso se quieren meter a las casa cercanas”, dijo el señor Chuy de la colonia Renovación.
