Raúl Flores, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la capital del país, informó que trabajan con un grupo de expertos y especialistas de la UNAM y el Instituto del Petróleo para buscar alternativas e iniciativas que contribuyan a mitigar los efectos negativos de la Reforma Energética.

De la mano de investigadores, los perredistas intentarán que el precio de las gasolinas se fije con una visión ambiental, social y de movilidad, "y no a capricho de las autoridades federales".

Flores recordó que, a pesar de las solicitudes de diversas organizaciones, institutos y medios de información, "Pemex no ha querido o no ha podido demostrar que los combustibles que consumimos son de buena calidad".

Por el contrario, "rebasan el precio de venta promedio a nivel mundial, con lo que a todas luces se incumplen las promesas y anuncios con los que se bombardeó a la opinión pública sobre las supuestas bondades que traería consigo la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto".

A consideración del líder del sol azteca en la ciudad, lo más grave del precio de las gasolinas no es el alza en sí misma, sino que muy poco o nada de su costo se destina a medidas de resarcimiento de los daños ambientales y a la salud que provocan.

Tampoco se destinan recursos para mejorar la movilidad en la zona metropolitana del país, agregó.

De acuerdo con Flores, "es momento de reflexionar qué tanto está interesado el gobierno de Peña Nieto y las autoridades en materia de energía de nuestro país en darle viabilidad a la sustentabilidad ambiental, porque puede ser atractivo que se hable de que bajen los precios, pero no se habla de mejorar la calidad de las gasolinas, de tener más alternativas para la generación de energía eléctrica, ni de la contribución directa que debería tener el sector energético con el mejoramiento del transporte público para mejorar la movilidad y disminuir la contaminación atmosférica".

Afirmó que esos son los temas que deben alentar la lucha de la izquierda mexicana, con el fin de "impulsar y apoyar las propuestas que nos alejen del abuso en el consumo de combustibles de origen fósil".

Para el líder perredista manifestarse en contra del precio de las gasolinas y afectar a los trabajadores que trabajan en las estaciones de servicio es una medida llamativa pero injusta y limitada.

Consideró importante que la gente conozca, a través de expertos y especialistas en la materia, las causas que propician el alza a los energéticos y quiénes son los que realmente pagan esos aumentos ya que el 80 por cientos de la población en la Ciudad de México no tiene automóvil propio.

"Lo que es verdad es que el cien por ciento de los habitantes de la ciudad estamos pagando un costo en nuestra salud y en la dificultad para desplazarnos como consecuencia de las gasolinas y de los usuarios de las mismas", sostuvo.

Al perredista le sorprende que se hable de "un efecto inflacionario del alza de las gasolinas" en el mismo mes en el que incrementaron sus precios, "cuando es claro que los efectos o impactos económicos apenas estarían sujetos a la actualización de los costos por parte de los empresarios".

Consideró que "decir que el alza de la gasolina es inflacionaria sólo es el pretexto para ocultar algo que es aún más grave: el desastre económico que se está viviendo en nuestro país, mucho en parte por la premura e irresponsabilidad del gobierno de Peña Nieto de sacar adelante reformas estructurales que no fueron pensadas para el bien de la mayoría ni suficientemente discutidas, colocándonos en una situación adversa que la izquierda tiene que buscar cómo afrontar para contener y revertir sus efectos".

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