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El Gobierno de la Ciudad de México debe crear un reglamento y una política pública para tomar decisiones claras sobre el uso y explotación de los espacio en la capital, con lo cual se evitarían discrepancias como en el caso del proyecto del Centro de Transferencia Modal (Cetram) Chapultepec, afirmó el urbanista Juan Felipe Ordoñez.
Al preguntarle sobre la discusión entre autoridades y diputados locales sobre la asociación público-privada para construir una torre de departamentos y un nuevo paradero de transporte público en ese sitio, el especialista dijo que el problema es que las decisiones se toman sin que haya reglas claras para la explotación de este y otros espacios.
“No hay una política pública para asignar y concesionar espacios públicos, no hay reglas ni política y es lo que debería establecerse, independientemente del caso”, explicó el profesor de la maestría en proyectos de desarrollo urbano de la Universidad Iberoamericana.
Agregó que es un hecho que la ciudad requiere recursos y los debe obtener de alguna forma, sin embargo, cuando se combina un tema de negocio y de servicio, como en los Centros de Transferencia Modal, “hay que ver que la ciudadanía salga ganando, no sólo en dinero sino en calidad de vida”.
EL UNIVERSAL informó que el gobierno capitalino concesionó por 44 años a la compañía Inveravante un predio con valor comercial de 390 millones de dólares junto al Bosque de Chapultepec, donde el inversionista construirá una torre de 49 pisos con oficinas, hotel y comercios.
Además se encargará de construir el Centro de Transferencia Modal del Metro Chapultepec, ampliará los túneles vehiculares de la avenida del mismo nombre, y mejorará los espacios públicos aledaños, al tiempo que de las ganancias obtenidas, el gobierno recibirá cada año 7.88% del total.
Disyuntiva similar. David Baltazar, presidente del Colegio de Urbanistas de México, comentó que el tema del Cetram enfrenta una disyuntiva similar a la del proyecto fallido del Corredor Cultural Chapultepec, en cuanto a cómo se decide el aprovechamiento de un espacio público.
“Las reglas de operación no son claras para los espacios públicos en la ciudad, no hay claridad en cuanto a designación y operación del mismo”, comentó el especialista.
Agregó que las participaciones público-privadas pueden ser buenas, siempre y cuando sean claras las normas de la operación, pero en casos como el Cetram Chapultepec, comentó que nunca se supo si la concesión a la empresa Inveravante fue la mejor opción o si pudo haber mejores alternativas.
Ordóñez Cervantes llamó a crear las reglas para definir si en un espacio público se puede permitir hacer negocio o mantener un uso público, sobre todo porque hay una tendencia a usar cada vez más los esquemas de financiamiento público-privado
“No es un regalo”. En tanto, el diputado local de Morena, José Alfonso Suárez del Real, respondió a las declaraciones del Secretario de Finanzas acerca de que la ciudad no regalará el predio del Cetram.
Dijo que si bien la capital recibirá 8 de cada 100 pesos de las ganancias por este proyecto, por ende el resto es para la iniciativa privada y ese esquema “no beneficia a la ciudad”.
Incluso señaló que “chamaquearon” al gobierno al aceptar la distribución.
“Hay casos como en Ecoparq que también se llega a una negociación y en este caso 30% de recursos son para los vecinos”, señaló al plantear que eran posibles otros modelos de financiamiento para un equipamiento necesario como el paradero de autobuses en Chapultepec, que recibe 250 mil usuarios todos los días.