Mario Molina, Premio Nobel de Química, afirmó que la corrupción en los verificentros ha sido un problema para mejorar la calidad del aire en la zona metropolitana, lo cual está en proceso de modificación con la implementación de la Norma Emergente de Verificación Vehicular; reconoció que aún falta trabajar muchos detalles para evitar el aumento de las emisiones para la primavera del próximo año.

Entrevistado al término de la conferencia magistral sobre Ingeniería Ambiental, el presidente del centro que lleva su nombre comentó que aún no han realizado trabajos a detalle para conocer el funcionamiento de la norma emergente 167, aunque sí tienen un proyecto en el estado de México y en la Ciudad de México para asegurarse de que las mediciones de emisiones se realizan de manera adecuada y evitar prácticas de corrupción.

“En calidad de aire un problema enorme ha sido la corrupción en los verificentros (…) Había una cantidad de corrupción clarísima, pero eso ya se empezó a arreglar, está en proceso de cambio, nosotros todavía no hemos hecho trabajos muy detallados para ver qué tan bien va. La norma apenas acaba de cambiarse. La idea es que con esa nueva norma se pueda mejorar esta situación de la verificación”, apuntó.

Comentó que están trabajando con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a fin de que las medidas implementadas para disminuir los niveles de contaminación tengan mayor impacto, por lo que se requieren de más mediciones para poder tomar las medidas necesarias con más anticipación y prevenir a la población.

“Hay que ver todavía muchos detalles, lo que nos preocupa es que queremos seguir trabajando con el gobierno, ahorita con la época de lluvias no tenemos ese problema, pero el problema, vino y viene en la primavera, cuando hay mucho sol y mucha lluvia, que es cuando pueden subir la emisiones. Si  un día hay exceso de ozono el parar la circulación al día siguiente no es tan efectivo porque ya pasó el día del exceso lo que hay que hacer es poder predecir, cuando va a subir y tomar alguna medida pero que sea una medida en que todo mundo se favorezca”, sostuvo.

Mario Molina resaltó la necesidad de medir las partículas contaminantes más pequeñas, como son las PM 2.5 ya que son “más peligrosas que el ozono”; reconoció que al ser más difíciles de medir a estos componentes “no se les había hecho mucho caso”. Resaltó que están trabajando con el gobierno para reducir los límites de las partículas y del ozono, ya que se encuentran muy por encima de los límites aceptables.

Comentó que otro reto es el congestionamiento vial en la Ciudad de México, puesto que buena parte de las emisiones provienen del sector transporte, por lo que se requiere de la mejora del transporte público, en el caso del metro subsidiando sólo a las personas de bajos ingresos; aseguró que “le faltan recursos al metro para convertirse en un transporte público de primera”.

“Además de calidad de aire tenemos un problema enorme de congestionamiento y parece ni modo, la única manera que se puede hacer es cobrando lo que realmente cuesta, pero les pongo otro ejemplo muy drástico, el metro está muy subsidiado pero la idea es subsidiar a la gente que no tiene recursos no a todo el mundo porque si se exagera el subsidio no les alcanza para mantenerlo entonces acaba siendo un metro sucio, con todo tipo de problemas de seguridad”, enfatizó.

ahc/ml

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