Más Información
Elección judicial: 65% de aspirantes son hombres; Comité de Evaluación del Poder Legislativo busca paridad de género
Ssa firma convenio para reconocer atención a la violencia sexual como emergencia médica; busca prevenir la revictimización
Se requieren mayores recursos en el Presupuesto 2025 para mejorar escuelas, asegura SNTE; destaca certeza laboral para maestros
UNAM y AAPAUNAM instalan mesa de negociación para revisión salarial; entrará en vigor en febrero de 2025
Personas de otros partidos pueden sumarse a Morena: Luisa Alcalde; la meta es tener 10 millones de afiliados
metropoli@eluniversal.com.mx
Teresa Incháustegui, directora del Instituto de las Mujeres de la CDMX (Inmujeres) advirtió que si el silbato antiacoso es utilizado para denunciar robos u otro tipo de delitos, alteraría el objetivo de las políticas públicas a favor de las mujeres.
“Si los varones lo utilizaran para denunciar robos, entonces el silbato saldría de las políticas de género para situarse en el ámbito de las políticas de seguridad en general y sería otra entidad la que tendría que evaluarlo o tutelarlo como la Secretaría de Seguridad Pública”, afirmó Incháustegui en entrevista con EL UNIVERSAL.
Por su parte, la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado Castro, quien acudió al módulo de Inmujeres ubicado en la estación Pino Suárez para supervisar la entrega de silbatos, aseguró que los hombres también pueden solicitar ese objeto con la finalidad de apoyar a las mujeres que se encuentren en una situación de riesgo.
Destacó que esta política tiene como finalidad “pasar del silencio al ruido. Pasar de lo individual, ‘este es un problema mío’, a un problema colectivo. En realidad es un asunto de todos que las mujeres vivan en paz en el transporte público”, destacó Mercado.
Va una denuncia. De acuerdo con el Inmujeres, una usuaria del Metro usó el silbato antiacoso en la estación Mixcoac el lunes pasado.
La mujer se molestó debido a que un hombre le dijo palabras obscenas “con fines sexuales”, por lo que el agresor fue trasladado a un juzgado cívico.
Si bien el martes dio inicio la entrega de los silbatos, la mujer adquirió el instrumento antiacoso en un juzgado cívico de la Ciudad de México donde también pueden adquirirse.