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El sonar de un violín rompió con el ir y venir de las ruedas de las bicicletas, de los patines; con los ladridos de los perros. En el ajetreado Paseo de la Reforma, las notas de A mí manera regalaron un respiro a los ciclistas.

Sin bajarse de su triciclo, una pequeña se acercó y obsequió unas monedas al joven músico; otra familia interrumpió el paseo para sentarse a mitad de la banqueta y disfrutar de los acordes, mientras que un par de turistas tomó algunas fotos.

Un par de perros, se robaron la atención de todos. Su caminar sincronizado y las pequeñas cubetas que sujetaban en sus hocicos, con el agua que metros más adelante tomarían para calmar la sed, hicieron que los labradores acapararan las miradas.

Pero no son los únicos, el paseo en bici, que desde hace nueve años se realiza todos los domingos sobre Reforma, se ha convertido en una pasarela de canes y en un espacio donde conviven actividades artísticas, culturales y recreativas; lo mismo se puede practicar yoga que zumba.

Ayer, se cumplieron nueve años del programa Muévete en Bici; 75 mil 263 personas participaron del paseo número 359. Para festejar, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) rifó nueve bicicletas y colocó dos máquinas para tomarse fotos instantáneas.

Las dos estelas, se hacían notar por su color rosa mexicano y por las filas de ciclistas que al percatarse de la oportunidad de obtener un recuerdo fotográfico, esperaron varios minutos para posar frente a las cámaras.

En la columna del Ángel de la Independencia, otros optaron por ejercitarse. La edad para ello no fue impedimento, al ritmo de Margarita, la Diosa de la Cumbia mostraron sus mejores pasos adultos mayores y niños.

Desde las 8:00 y hasta 14:00 horas, el Paseo de la Reforma cierra el acceso a automóviles y transporte público, para dar paso a la invasión bicicletas que literalmente se apoderan de una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México, desde el año 2007.

El llanto de un niño, recuerda que en la convivencia dominical aun hay pendientes. Las grietas y hoyos que presenta el asfalto hicieron que una de las llantas de su triciclo se atorara, perdiera el equilibrio y cayera. Unos metros más adelante, un accidente similar frena el rápido andar de un joven que optó por utilizar patines.

Los peatones que a diario sortean automóviles, los domingos parecieran más vulnerables, y es que en los cruces donde no hay semáforos, policías de tránsito o voluntarios, es casi un reto pasar del lado contrario de la acera. Andar por la banqueta, tampoco es garantía de seguridad, pues aun cuando los ciclistas cuentan con ocho carriles a su disposición, a veces, también se adueñan de las zonas peatonales.

En mayo de 2007, el Muévete en bici inició con 10 kilómetros y la molestia de los automovilistas, nueve años después son 55 kilómetros a lo largo de los cuales conviven miles de ciclistas, canes, patinadores y peatones, cada uno disfrutando del domingo en el Paseo de la Reforma, a su manera.

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