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Con posturas encontradas y discusiones ríspidas, taurinos y antitaurinos se reunieron en un foro para analizar la pertinencia de las corridas y la protección animal.
Durante casi cuatro horas se expusieron puntos de vista que van desde proteger la vida a defender el arte, en el evento organizado por el grupo parlamentario de Morena.
El objetivo del debate fue poner sobre la mesa la discusión al respecto de los derechos de los animales y el respeto a la tauromaquia como expresión y forma de convivencia.
Se abordaron posturas desde la bioética, inclusión de los derechos de los animales, la no violencia y el respeto a las prácticas culturales.
Quienes dijeron estar en contra de las corridas de toros, argumentaron que se trata de hacer de la muerte un espectáculo “siempre tiene que morir alguien, ya sea el toro o el torero. Están privilegiando la economía sobre el derecho a vivir”.
Dijeron que en la sociedad actual el objetivo debe ser abatir cualquier forma de injusticia y eso incluye las corridas de toros, los zoológicos, acuarios, granjas y experimentación en animales.
Quienes argumentaron a favor de la llamada “fiesta brava” utilizaron como concepto la noción de los toros como bienes jurídicos tutelados establecidos en la Constitución general, la tradición de los toros como una manifestación cultural, la derrama económica que genera y el respeto de los aficionados.
Según datos, en 2015 las corridas dejaron una derrama económica de 5 mil 541 millones de pesos, aunado a eso, los taurinos pidieron ser respetados en su preferencia cultural y aseguraron que eso no los hace perversos, crueles, sicópatas ni sádicos.
En las conclusiones, el coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, Jesús Armando López Velarde, consideró que la Asamblea no puede asumir posturas reduccionista, por lo que se comprometió a llevar el resultado de las opiniones vertidas a los legisladores de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.
Activistas antitaurinos señalaron como situación decepcionante que diputados de Morena comprometidos a apoyar su lucha se ausentaron del foro que llevó dos meses en preparar.