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La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México emitió la recomendación 7/2016 a las 16 delegaciones por omisiones en el sistema de recolección, separación y destino final de residuos sólidos urbanos en la capital, así como en la generación de condiciones para el trabajo que realizan estas actividades.
Esta recomendación se creó tras 10 expedientes de queja donde se denuncia las pésimas condiciones laborales para los trabajadores que recolectan basura, afectación a vecinos por malos olores, acumulación excesiva de residuos y deficiencias en el manejo de la basura.
La titular del organismo, Perla Gómez Gallardo, señaló que las denuncias tienen origen a partir del cierre definitivo del relleno sanitario Bordo Poniente, lo que provocó un cambio trascendente en la forma y el modo en el que se manejaban hasta entonces los residuos sólidos de la Ciudad de México, pues gran parte de la basura eran depositados en ese punto.
“La clausura del Bordo promovió el traslado de las actividades de preselección al espacio público, actividad que ocurría casi exclusivamente dentro del tiradero y a la vista de unas cuantas personas, lo que ha hecho evidente el trabajo informal que se desarrolla en torno a los residuos y a la prestación del servicio público de limpia”, comentó la Ombudsperson.
Durante la investigación y documentación se identificó que en toda la ciudad existen acumulaciones de residuos en sitios no aptos para su adecuado depósito; bolsas o montones de basura de diversos tamaños sobre camellones, áreas verdes, avenidas, bajo puentes, a lado de mobiliario urbano colocado en parques o frente a letreros oficiales que expresamente prohíben el tiro de residuos.
“Se documentó que la separación de residuos sin adecuada infraestructura para su acopio, traslado y disposición final, así como el escaso mantenimiento de la misma, ha provocado el incremento de malos olores. Se acreditó que esto genera impactos a las personas que habitan y transitan en la ciudad”, dijo Perla Gómez.
La titular de la CDH exhortó a las autoridades correspondientes a reflexionar y hacer cálculos precisos sobre el gasto energético que implica el traslado de residuos urbanos de un sitio a otro, como parte de la atención a los Derechos a un Medio Ambiente Sano y a un Nivel de Vida Adecuado.
“Es de suma importancia, básicamente porque los presupuestos que se ejercen en el servicio de limpia tienen relación directa con la compra de diésel como parte importante de la cadena del manejo integral de los residuos: recoger, trasladar y disponer para ser transformada, tratada o desechada definitivamente”, comentó.
Esta recomendación incluye denuncias sobre las condiciones en las que laboran trabajadores de la recolectores y selección de residuos sólidos, quienes sufren un estado de subempleo, vulnerabilidad y marginación.
Gómez Gallardo denunció que durante las investigaciones la CDH capitalina solicitó información a las diversas autoridades, entre ellas, a los 16 órganos Político Administrativos de la Ciudad de México; sin embargo, Perla Gómez señaló que las delegaciones Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan no atendieron los requerimientos que les formularon.
“Nos preocupa la temporalidad de los acuerdos ya que tarde o temprano lo sitios se saturarán y volverán a ser inservibles”, dijo.
