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Por primera vez en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, niños y adolescentes en situación de calle de las 16 delegaciones ocuparán desde el próximo lunes una de las 66 curules de los diputados para llevar a cabo el Parlamento Incluyente.
“Estaremos aquí, en el edificio de Donceles, para romper prejuicios, para demostrar que podemos portar un traje y hacer que retumbe la voz de todos los niños en abandono social”, declaró Bayron Alexis, adolescente que antes vivió en las calles de la capital del país.
Se trata de la primera iniciativa que impulsa la sociedad civil en colaboración con la Comisión de Derechos Humanos del órgano legislativo local para que niños desde los 6 hasta los 15 años de edad que viven en situación de calle sean visibilizados y tomados en cuenta para la promulgación de la Constitución de la Ciudad.
Cada niño y adolescente representará a los diversos grupos vulnerables, sin afiliación política y con el único propósito de expresar que necesitan educación, salud, igualdad, identidad, amor, diversión y no violencia.
Acompañados por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Luciano Jimeno Huanosta, los menores pidieron a la sociedad que no se convierta en una simple espectadora y haga valer sus derechos.
Algunos de los niños provienen de padres adictos, otros con discapacidad, migrantes, que estuvieron internos en tutelares, que fungirán como asambleístas son atendidos por más de 22 organizaciones civiles, instituciones de asistencia privada.
El parlamento durará una semana, con una sesión en el recinto y cuatro talleres en los cuales se elaborará un decálogo de los resultados de esos días de trabajo legislativo que se hará llegar a la Comisión Redactora de la Constitución.
La curul que normalmente ocupa el asambleísta Luciano Jimeno será para un niño de seis años de edad quien habita en una vivienda de cartón y hule, a unas cuadras de la Asamblea; sus padres son adictos en rehabilitación.