CDMX

Los cinco lugares más antiguos para comer en la CDMX

Lugares del Centro Histórico que atestiguan el paso de la historia por sus calles

Los cinco lugares más antiguos para comer en la CDMX
12/07/2016 |13:49
Redacción El Universal
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El Centro Histórico de la Ciudad de México cuenta con lugares que atestiguan el paso de la historia por sus calles, en los cuales puede disfrutarse de una buena comida.

El gobierno capitalino destaca los cinco más antiguos de la ciudad.

1. Hostería Santo Domingo. Ubicada en Belisario Domínguez No. 70-72, entre República de Brasil y República de Chile

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Este restaurante es el más antiguo de la Ciudad de México. Está ubicado en una parte de lo que fuera el  Convento de Santo Domingol, en el corazón de la capital.

El edificio conserva intacto su estilo del siglo XVI y ofrece comida mexicana desde el 4 de agosto de 1860.

Una puerta de madera da acceso a un colorido lugar con murales llenos de vida antigua.

De su techo cuelga papel picado, adornos de talavera, vitrales y un piano que alguna vez tocó Agustín Lara.

Tiene un variado menú de platillos, como pollo con mole poblano, pechuga ranchera en nata, sopa enfrijolada o quesadillas surtidas.

Sin embargo, lo más conocido son sus chiles en nogada, de gran sabor y tamaño, para disfrutar en cualquier época del año.

2. La Ópera. Ubicada en 5 de Mayo No.10, esquina Filomeno Mata.

En 1876, en la esquina donde hoy se localiza la Torre Latinoamericana, en la calle Francisco I. Madero, abrió sus puertas una pequeña cafetería que recreaba la atmósfera y decoración parisina.

Gracias al incremento de la clientela, en 1985, el restaurante se mudó al lugar que actualmente ocupa en la calle 5 de mayo.

A lo largo de su existencia, destaca el gobierno de la CIudad, sus platillos han sido degustados por distinguidos políticos y personajes de la cultura y las artes, como Carlos Fuentes, José Luis Cuevas, Gabriel García Márquez, Octavio Paz y Sofía Bassi.

Además, La Ópera tiene una anécdota que relata una intempestiva visita al lugar por Pancho Villa, en la cual nada, para lucirse, disparó su pistola, dejando una bala incrustada en el techo.

Es el sitio ideal para degustar unos Caracoles en Salsa de Chipotle, Lengua a la Veracruzana o un Pulpo a la Gallega, mientras se escucha a un grupo de músicos que tocan boleros, danzones y valses porfirianos.

3. La Vasconia. Asentada en Tacuba 73, esquina con Palma.

La Vasconia es la panadería más antigua de la Ciudad de México. Su nombre se debe a que fue fundada por un inmigrante vasco de Baztán.

Desde 1870, sus galletas, pasteles y panes elaborados artesanalmente han deleitado los paladares de los transeúntes de la calle de Tacuba. También es restaurante y rosticería.

Es el lugar para disfrutar de un café y pedir el pan de dulce que más te agrade, de una amplia variedad.

Las recondaciones para el paladar son las empanadas de bacalao, trenzas de higo o canastas de chocolate rellenas con frutas.

4. El Rey del Pavo. Se localiza en Palma 32, entre Francisco I. Madero y 16 de Septiembre.

Es una conocida lonchería sencilla, cuya especialidad es el pavo, en todas sus variedades.

Su historia se se remonta a 1910, cuando Ramón Avellaneda Domenjó vendía jamón envinado, bacalao a la vizcaina y tortas de pavo, platillos que aún se preparan con su receta original.

El negocio ha cambiado de lugar en varias ocasiones, hasta quedar finalmente en la calle de Palma.

Detalla el gobierno capitalino que la vieja decoración del lugar se ha perdido y solo quedan la vitrina que da a la calle, mostrando el pavo horneado, y una antigua barra.

Las sugerencias para degustar son: sincronizadas de pavo con adobo, frijoles y guacamole, acompañada de algún agua tradicional de horchata o tamarindo, o algo más inusual, como fresa con mango, kiwi o maracuyá.

5. El Taquito. Está unicado en Carmen No.69, esquina con República de Bolivia.

De acuerdo con la página del gobierno capitalino, en 1923, Concepción Rioja, conocida como la abuela Conchita, y Marcos Guillén llegaron de Guadalajara y se instalaron en una esquina del corazón de la ciudad.

La pareja vendía tacos de carnitas y lengua, y antojitos como sopes y tlacoyos.

La gente decía: vamos a echarnos un taquito, cuando se refería al negocio, razón por la cual se le quedó ese nombre, según destaca el gobierno de la CDMX.

El lugar se fue ampliando, manteniendo un concepto taurino desde sus inicios.

Ha sido visitado por grandes personalidades como Emilio Portes Gil, Fidel Castro, John F. Kennedy, Marilyn Monroe y Emilio “El Indio” Fernández.

Las recomnedaciones gastronómicas son la sopa de médula, el caldo tlalpeño, las criadillas de toro al mojo de ajo, el cabrito al horno o  las arracheras a la tampiqueña.