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Esquivar automóviles, falta de señalamientos y pavimento en mal estado es la situación actual de algunos tramos de la ciclovía causando enojo y peligro entre los ciclistas.
Parte de los 170 Kilómetros que hay de ciclovía están en deterioro, convirtiendo el camino casi invisible. Falta de pintura y señalización es lo que se observó en un recorrido realizado por EL UNIVERSAL.
Desde la Estela de Luz a la esquina de Bucareli, en Reforma, se contabilizaron más 30 bloques de confinamiento —que separan las ciclovías de los vehículos— rotos o inservibles por los autos o el Turibús ya que al dar vuelta los invaden y/o los dañan.
“El peligro es que los automovilistas piensan que la ciclovía es un estacionamiento y obstruyen el paso”, mencionó Isabela, ciclista de 32 años.
La falta de señalamientos es un problema debido a que en ambos sentidos de Paseo de la Reforma están despintados, por lo que ciclistas pedalean en sentido contrario y provocan accidentes.
En Reforma 222, el cruce de los automovilistas y peatones para entrar o salir de la plaza comercial hace que los ciclistas se detengan, pues bloquean totalmente los ciclocarriles, causando un “tapón” por varios minutos y la molestia de los ciclistas, de igual manera en la calle Génova, esquina Reforma.
“Debería haber un policía para vigilar que no bloqueen la pista —ciclovía—, observa cómo los taxis bajan a los pasajeros y nos detienen e incluso se enojan”, señala Salvador, otro ciclista de 25 años.
Un ejemplo de lo peligroso que resulta circular en bicicleta es la avenida Paseo de la Reforma, a la altura del Bosque de Chapultepec, donde los ciclistas comparten el carril con el transporte público sin protección de confinamiento, dejando atrapado al ciclista por la falta de infraestructura.
“Hay un carril confinado para ciclistas y el transporte público, pero no hay seguridad, sólo algunos señalamientos —sumado a que no hay cultura vial— esto ocasiona que haya más riesgo de accidentes”, recalcó otro ciclista
Vendedores invaden. La ciclovía sobre las avenidas Patriotismo y Revolución, que atraviesa la Condesa y Mixcoac, se encuentra obstaculizada por cascajo, maderas y trafitambos que invaden tramos del ciclocarril.
En varios tramos, vendedores informales están colocados encima de la ciclovía y camionetas se estacionan entre las jardineras de confinamiento para realizar maniobras de descarga, lo que causa que los ciclistas usen la baqueta.
“Los riesgos de obstaculizar los carriles de los ciclistas no sólo son para ellos, sino para los automovilistas y peatones ya que se podría causar un accidente”, dijo un vecino de la zona.
Afuera del Mercado de Mixcoac, ante la invasión de banquetas por parte de ambulantes, los peatones prefieren bajarse para caminar sobre la ciclovía, de la que tienen que salir los ciclistas para circular entre autos.
La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) lanzó una licitación pública LPN-16-2016 para crear 54.3 de kilómetros de ampliación y creación de ciclovía en la ciudad durante 2016 y 2017; la fecha límite para adquirir las bases de la licitación es el próximo 12 de julio; la presentación de propuestas se hará el 18 de ese mismo mes y el fallo se anunciará el 21 de julio.