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La muerte del gorila de tierras bajas Bantú se debió a fallas en su manejo y a un uso excesivo de anestesia para tranquilizarlo, denunciaron fuentes del Zoológico de Chapultepec, que pidieron el anonimato para evitar represalias.

Ante la polémica del deceso del ejemplar cuando iba a ser trasladado al santuario de Guadalajara con fines reproductivos, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, A.C. (AZCARM) confió en que se siguieron los protocolos para el traslado de Bantú y llamó a esperar los resultados de la necropsia.

De acuerdo con trabajadores que participaron en el proceso fallido de traslado, el primer error fue que las autoridades del zoológico ordenaron anestesiar al primate para meterlo a una jaula transportadora, cuando el proceso correcto consistía en introducir la estructura a su albergue con varios días de anticipación para que se familiarizara con ella. “Hay protocolos para manejar un animal de esos (sobre todo porque está en peligro de extinción) y no lo arriesgas con una anestesia, a menos que hubiera un problema de seguridad como que se escapara”, comentó el trabajador, “pero aquí la orden fue movilizarlo ya”, explicaron.

Al momento del traslado, que se intentó efectuar el pasado 6 de julio, otro problema fue prepararlo durante la noche, a pesar de que el gorila es un animal de hábitos diurnos; irrumpir su albergue a esa hora le provocó demasiado estrés y para tranquilizarlo se usó más anestesia de la necesaria, dijeron.

La versión contrasta con el informe oficial de la Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX, que el 7 de julio confirmó el deceso a las 21:30 horas del día anterior por un paro cardiorrespiratorio al ser sedado y aseguró que se habían seguido todos los protocolos de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos.

Incluso el director general de zoológicos y vida silvestre, Juan Arturo Rivera, descartó que se aplicara una sobredosis de anestesia; el funcionario fue suspendido con el fin de agilizar las investigaciones en el caso. Sin embargo, EL UNIVERSAL informó el pasado viernes que expertos y ex funcionarios consultados coincidieron en que hubo indicios de negligencia.

Bantú fue sometido a una necropsia para investigar las causas de su muerte, pero imágenes de la necropsia en poder de EL UNIVERSAL muestran que el gorila fue destazado, una acción indebida con este protocolo.

La ex directora del Zoológico de Chapultepec Marielena Hoyos dijo que fragmentar el cuerpo fue “una carnicería” pues “en una necropsia se abre a canal el cuerpo para tomar muestras de hígado, riñón, de adrenales, corazón, intestino y por ética tienes que coserlo para que el cadáver quede tal cual, no se requiere quitar el labio”.

De acuerdo con fuentes allegadas al Zoológico de Chapultepec, los restos del gorila se encuentran en refrigeración fuertemente resguardados.

Bantú tenía 25 años y era el único macho en su especie en el país.

El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, aseguró que habrá transparencia en las investigaciones sobre el deceso de Bantú y señaló que en las indagatorias hay especialistas “que están observando y monitoreando el proceso”.

El laboratorio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizar estudios hispatológicos que contribuirán al esclarecimiento de la muerte del gorila.

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