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De jugar juntos un partido de béisbol con casacas que llevaban bordada la palabra “amigos”, el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, pasaron a un escenario de ruptura, sobre todo después de la disputa para ocupar el Zócalo el próximo domingo con una movilización que encabezará el tabasqueño en apoyo al magisterio.
La relación entre ambos políticos dio un giro radical en los últimos tres años, además de que ambos personajes se perfilan como candidatos que competirán por la Presidencia de México en las elecciones de 2018.
“Saludo a Miguel Mancera, hombre recto y capaz, que estará a la altura de la gente informada, progresista y fraterna de esta gran ciudad”, escribió AMLO el 5 de diciembre de 2012, cuando Mancera Espinosa rindió protesta como jefe de gobierno luego de ganar como candidato del PRD.
Tres meses antes, el ex candidato presidencial había renunciado a ese mismo instituto político.
Aún no había distanciamiento y el también ex jefe de gobierno invitó a Mancera el 10 de julio de 2013, a lanzar la primer bola y jugar un partido de béisbol de una liga de veteranos.
El Ejecutivo local jugó en el equipo del tabasqueño, denominado Amigos, luego se tomaron fotos y éste deseó suerte en su gobierno a el ex procurador de justicia capitalino.
El “rompimiento”. El 11 de noviembre de 2013, Mancera felicitó a López Obrador por cumplir con los requisitos para constituir a Morena como partido político, sin embargo, también le dijo: “Cuando llegue la época de las contiendas, lo que más le conviene a la izquierda es estar unida”.
Para 2015 comenzó el giro en la relación durante las elecciones de jefes delegacionales y diputados que confrontaron a Morena y el PRD.
“Si en el gobierno de Mancera o él mismo está interesado en que gane algún candidato del PRD, que renuncie a su cargo”, señaló Andrés Manuel tras agresiones en un mitin de morenistas, en abril de ese año.
El 13 de abril de 2015 Mancera respondió que su cargo es irrenunciable, que no apoyaría a nadie, pero también dejó ver un distanciamiento en su relación con López Obrador.
“Bueno no es una relación de cercanía, pero es respetuosa”, dijo a EL UNIVERSAL en aquel entonces.
Este año, Lopez Obrador cuestionó al Ejecutivo local por “aliarse” con el Presidente Enrique Peña Nieto para “apartar” 40 de las 100 diputaciones, y lo acusó de “solapar” un uso electoral de programas sociales.
Ahora, ante la negativa del gobierno capitalino que de que Morena ocupe toda la plancha del Zócalo mañana durante una marcha, López Obrador se lanzó contra Mancera: “Para también saber de qué se trata el gobierno de Mancera, hay varios indicios, pero con esto sería la definición de que es un títere y un pelele de la mafia del poder y ya pintaríamos por completo nuestra raya”.
Ante los señalamientos, el mandatario local sólo respondió: “Le mando un saludo al señor López Obrador”, y ayer aseguró que “no tengo rompimiento con nadie, no tenemos otra cosa qué hacer que trabajar por la ciudad”.