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diana,fuentes@eluniversal.com.mx
Enfrenta a las fuerzas políticas de la Asamblea Legislativa capitalina la desaparición del Instituto de Verificación Administrativa (Invea).
Mientras el PAN y el PRI pugnan para que sean las 16 jefaturas delegacionales las que supervisen Usos de Suelo, Morena, el Partido Humanista y el Verde Ecologista se pronuncian en contra, ya que advierten que sería un retroceso y se volvería al viejo sistema de corrupción. El PRD guarda silencio.
En marzo de este año, el líder de la bancada del PAN, Jorge Romero, puso sobre la mesa una iniciativa por la que abroga la Ley del Instituto de Verificación Administrativa y que con-
lleva la restitución de las facultades que tenían las delegaciones para supervisar inmuebles y establecimientos mercantiles.
En estos días, la Comisión Pública Local de la Asamblea Legislativa, liderada por el priísta Adrián Rubalcava, habrá de sesionar sobre este tema, pero antes aclaró que no se trata de un tema de revanchismo ni tampoco personal para perjudicar al titular del Invea, Meyer Klip.
Rubalcava informó que el Invea cuesta a la ciudadanía 300 millones de pesos anuales, recurso que anteriormente se concentraba en las jefaturas delegacionales y que hoy en día les hace falta.
Luciano Jimeno Huanosta del Partido Humanista, dijo que desaparecer el instituto sería como abrir nuevamente la caja de pandora de la corrupción en las demarcaciones.
En cambio, propuso llevar a cabo un análisis serio para otorgarle de mayores facultades para evitar posibles irregularidades.
César Cravioto, líder de Morena, opinó que más allá de pensar en exterminar al Invea mejor se opte por sanearlo sin que ello represente remover al titular. El morenista señaló que regresarle las facultades a las delegaciones sería muy riesgoso.
Fernando Zárate, del Verde Ecologista, declaró que es un planteamiento incorrecto y que no se tienen previstas las consecuencias.
Dijo que no se podría permitir que desapareciera el Invea para que las facultades regresen a las delegaciones que están en desgaste y su funcionamiento es corrupto, además de que los vecinos a quienes más le tienen miedo es a las demarcaciones.
