Más Información
Diputadas reafirman compromiso en 25N; María Teresa Ealy impulsa la prevención, protección y el empoderamiento
Ejército envía 100 elementos de las Fuerzas Especiales a Sinaloa; realizan labores de vigilancia en la entidad
“No habrá democracia plena mientras persistan desigualdades de género"; Rosa Icela Rodríguez llama a formar parte activa
Noroña se lanza contra Trump; qué aranceles deberíamos poner hasta que dejen de exportar armas y consumir drogas, cuestiona
Magistrada Mónica Soto defiende labor del Tribunal Electoral; sentencias han sido apegadas a la Constitución, afirma
INE analiza propuesta de Taddei para secretaría Ejecutiva; candidata está señalada por malversación de fondos
metropoli@eluniversal.com.mx
Desde muy temprano se empieza a esquivar vendedores ambulantes, basura, sortear escaleras con escalones incompletos y caminar entre los automóviles del paradero de Taxqueña.
“Súbale a San Ángel, Metro Miguel Ángel, hay lugares” se escucha a lo lejos de la entrada del Metro Taxqueña.
Las filas en las paradas de los micros o autobuses son tan largas que confunden a los usuarios que quieren llegar a sus trabajos o escuelas, más de 750 mil usuarios son los que transitan por aquí, el Cetram más importante del sur de la ciudad.
En las coladeras abiertas una señora con sus dos hijos podrían caer; una, dos... ¡cinco coladeras abiertas!
La basura arrumbada cerca de la entrada del inicio de la Línea 2 del Metro molesta a algunos usuarios; otros ya están acostumbrados cada mañana a los olores pestilentes que rodean a este paradero.
“Es común que estos olores estén a la intemperie, incluso hay quienes desayunan muy cerca del montón de basura”, dice una usuaria del trolebús que tiene que recorrer todo el Cetram para llegar a la puerta principal de su destino.
Media hora ha pasado y la concentración de pasajeros que tratan de subir a los camiones ha aumentado, los empujones, los gritos y groserías, como “¡quítate estúpido!, es lo que más se escucha al tratar de tomar un lugar en la fila.
Los ambulantes no son los únicos obstáculos a sortear, pues también los miles de usuarios del metro deben pasar entre los microbuses de las 14 rutas que tienen su base en Cetram. Además se encuentran aquí unidades de la Red de Transportes de Pasajeros (RTP).
En total, cada mes dan servicio de transporte en Taxqueña mil 47 unidades. Este centro de transferencia también permite conectar con el Tren Ligero que se dirige a Xochimilco y muy cerca también está la Terminal Sur de Autobuses Foráneos.
Los productos ilegales como películas piratas, cd´s o cigarros de dudosa procedencia es lo que prolifera en el paradero del sur; donde, además, más de la mitad de los que atienden los puestos son menores de edad.
A todo pulmón un vendedor ambulante anuncia la nueva película de novedad, los usuarios se quedan impactados por las escenas que se observan en la televisión de plasma que ha instalado para que sean más atractivas para el público, más de cinco puesto han recurrido a este método publicitario.
Personas indigentes, chicos banda y drogadictos son las cosas que se ven cada día al tratar de atravesar las rutas de camiones para llegar a la entrada del Tren Ligero. Son laberintos que confunden y que en diversas ocasiones son lugares para que algunos comerciantes ofrezcan productos nocivos para la salud como marihuana.
Sólo dos elementos de Policía Auxiliar se pueden ubicar en los 23 mil metros que abarca el paradero de Taxqueña, ellos se encargan de resguardar la seguridad... mientras comen un tamal con su respetivo atole.
Los Cetram fueron lanzados hace casi 10 años por la administración de Marcelo Ebrard, para organizar el transporte público y facilitar los viajes de los usuarios; sin embargo, el paradero del sur es un caos vial y un peligro para los usuarios que tratan de trasladarse a sus lugares de destino.