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diana.fuentes@eluniversal.com.mx
Bajo un fuerte dispositivo de seguridad para resguardar los alrededores de la Plaza de la República, el PRI en la capital del país cerró su campaña proselitista rumbo a la elección de la Asamblea Constituyente.
Lo hizo sin sobresaltos, con el vasto reparto de bolsas de mandado, tortillero s, camisetas e incluso con la advertencia de los líderes del partido tricolor: “En el PRI no hay campaña de miedo que pueda vencer nuestras ideas y propuestas rumbo a la elección del Constituyente […] Efectivamente hay una situación de maestros de no querer que la Reforma Educativa se lleve a cabo, pero tenemos que decir que se necesita mano firme como lo está haciendo el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer”.
Aunque en un inicio se contempló realizar el acto en la Plaza de las Tres Culturas, por amenazas de diversos grupos sociales radicales, lo trasladaron al Monumento a la Revolución.
Ante más de dos mil militantes y simpatizantes del gremio artístico, del sector popular y campesino que se vieron obligados a utilizar gorras blancas y rojas por la inclemencia del sol, la líder priísta local Mariana Moguel afirmó que con el cierre de campaña y con la elección del próximo domingo se demostrará que “el PRI va para 2018 y ¡por la victoria!”.
Sin tapujos, al frente del secretario general, Armando Tonatiuh, y del líder de la bancada en la Asamblea Legislativa de la CDMX, Israel Betanzos, Moguel expresó a los detractores que el PRI está más vivo que nunca y que jamás ningún partido como el PRD, los volverá a encerrar.
Pese a que era el cierre de campaña de los 60 candidatos a constituyentes y que en el evento se enfatizó que en el PRI se privilegia perfiles y experiencias, sólo tres aspirantes tomaron la palabra. La número uno en ocupar la lista, la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Irma Cué Sarquis, no lo hizo. Quien sí tomó el micrófono para llamar a evitar ocurrencias del PRD y frenar desarrollos urbanos mal planeados fue la diputada local Dunia Ludlow, quien hace unos meses prácticamente quedó fuera de la contienda.
Desde el sitio que, a consideración de los priístas, arropa la herencia revolucionaria, Moguel se pronunció porque en la Constitución de la Ciudad de México se respeten los derechos humanos y no se permita nunca más despedir a las mujeres por el simple hecho de cumplir 35 años de edad.
Entre la gratuidad de aguas frescas de horchata y jamaica, así como tacos de canasta de chicharrón y de papa, la aspirante Cynthia López Castro, —quien esta vez dejó atrás los guantes de Tepito para luchar en esta contienda— pidió no apoyar a ese gobierno perredista “corrupto” que impulsa como constituyente a Dolores Padierna, esposa de quien a todas luces se vio en televisión recibiendo fajos de billetes de manera ilícita.
“Ya nos cansamos del mal gobierno, nunca más becas sólo para los amigos, estamos cansados de programas como el Hoy No Circula, de que en Tlalpan no exista una sola Línea del Metro”, demandó López.
En representación de la dirigencia del PRI nacional, Joaquín Hendricks ratificó que el priísmo está de regreso y que con éste se acabará el caos, el desorden y el clientelismo popular.
Para no alargar más el cierre de campaña y evitar que los asistentes se fueran, la Sonora Dinamita comenzó a amenizar el evento con sus éxitos, mientras la mayoría de la concurrencia acudía a la calle de Pedro Baranda para canjear unos boletos y comprobar su asistencia al evento.