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Teotihuacán, Méx.— Los elementos de los tres niveles que participaron en el operativo para rescatar a los tres presuntos secuestradores lo hicieron de manera tardía, por lo que no pudieron evitar que un hombre y una mujer fueran asesinados por una turba de 600 personas en la comunidad de Santiago Atlatongo el martes pasado.
De acuerdo con la bitácora de grupos policiacos estatales y municipales, pasaron seis horas para que miembros de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC) ingresaran al pueblo a rescatar a la mujer que había sido golpeada en el kiosco y que murió cuando era trasladada a un hospital para su atención.
La Policía municipal de Teotihuacán se enteró de lo que ocurría en el centro del poblado a las 12:20 horas, pero no intervino porque en el sitio había menos de 20 agentes y los pobladores los superaban en número.
De acuerdo con los miembros de la corporación local, cinco de ellos se acercaron al centro de Santiago Atlatongo pero los propios habitantes les impidieron llegar a la parte superior del kiosco. Sólo se percataron de que los dos hombres y la mujer, acusados de plagiar a un joven albañil de 25 años, eran golpeados en todo el cuerpo.
Antes de las 14 horas, más de una hora y media después de que empezaron ser castigados por la turba, uno de los dos hombres retenidos por residentes de la comunidad teotihuacana murió en la plaza principal por las heridas que le ocasionaron los golpes recibidos.
En el comunicado que emitió el gobierno del Estado de México la noche del martes, informó que “alrededor de las 13:30 horas se tuvo conocimiento que un grupo de aproximado de 600 pobladores de esa comunidad tenían retenidas a tres personas”, es decir, una hora con 10 minutos después de que la Policía municipal se enteró de lo que ocurría.
Después de las 14:00 horas, en dos oportunidades dos comandantes de la CESC, con dos y seis elementos, respectivamente, llegaron al pueblo para tratar de dialogar con los lugareños, pero no tuvieron éxito. Una de las patrullas, la 7234, fue dañada y volcada por vecinos.
A las 15 horas, el coronel de Artillería del Ejército, Filiberto Mondragón acompañado de 15 soldados, ingresó al kiosco y pudo convencer a los pobladores de que les permitiera llevarse a Pedro de Jesús “N” a buscar la casa de seguridad donde, supuestamente, estaba cautivo Ezequiel, el joven albañil.
Esa negociación salvó la vida a unos de los tres retenidos. El miembro de las fuerzas armadas no pudo convencer de que le entregaran a la mujer que se encontraba también en el centro de la comunidad.
A las 16:30 el cuerpo de Octavio “N”, quien murió por las heridas provocadas por los golpes recibidos, fue sacado por tres funcionarios estatales, a los que se les permitió ingresar.
Fue hasta las 17:55 horas del martes, casi seis horas después de que habían sido retenidos los tres supuestos plagiarios, cuando se implementó un operativo de la CESC, en el que participaron mil elementos, para rescatar a la mujer que se encontraba aún en el kiosco.
Nayeli, como fue identificada después, murió cuando era trasladada a un hospital.
Mientras la turba mantenía retenidos a los tres presuntos plagiarios, el alcalde de Teotihuacán, Arturo Cantú, se encontraba en un festejo del Día del Maestro, según afirmaron vecinos. El edil negó su presencia en ese evento porque dijo que cuando se presentaron los hechos se encontraba en la CDMX.