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Autoridades del sistema penitenciario capitalino realizaron una inspección de rutina el pasado 5 de mayo en el penal de mediana seguridad conocida como El Diamante.
En la revisión de las celdas se encontraron drogas, dinero en efectivo, celulares, chips; llamó la atención que dentro de una almohada se escondían 19 hojas de la Sección Amarilla.
Según confesaron los internos, estas hojas las ocupaban para extorsionar desde el penal a personas de diversos estados, incluyendo la CDMX. En la revisión se encontraron también 18 hojas marcadas con la leyenda “seguimiento”, según los internos, los números ahí encontrados eran a los que ya habían extorsionado o con los que tenían alguna negociación en trámite.
Asimismo, se encontraron en efectivo 15 mil 240 pesos. Sin embargo, detallaron que en ocasiones solicitaban a sus víctimas saldo para los teléfonos celulares que tenían en su poder. Las hojas de la Sección Amarilla correspondían a las entidades de Monterrey, Tamaulipas y Ciudad Juárez, en el parte que los custodios entregaron a las autoridades se destaca que el resultado del cateo fue el decomiso de nueve teléfonos celulares, cinco chips para teléfonos celulares, nueve manos libres, seis cables de transferencia de datos, 18 cargadores para diferentes tipos de celular, siete pilas para diferentes tipos de celular, tres USB, tres adaptadores para micro SD, seis envoltorios con dosis de marihuana y dos más con dosis de lo que presuntamente es cocaína.
Se revisaron la zona “A” en los niveles 1, 2 y 3 donde nadie opuso resistencia; no obstante, custodios entrevistados y quienes pidieron anonimato, detallaron que algunos reos tienen privilegios, donde las autoridades del reclusorio saben que usan tabletas electrónicas, televisiones de plasma e incluso consolas de videojuegos.
“Las revisiones que se hacen son seguidas, se han sacado hasta televisores de plasma y juegos como los Xbox, pero al rato los volvemos a ver, entonces no sabemos qué pase ahí, si los jefes lo permitan o si pagan para tenerlos porque hasta hacen concursos de los juegos en el Xbox y se intercambian los cartuchos”.
“En esta zona hay gente pesada que no se le puede decir nada”, explicó uno de los custodios.