Una mujer -que de joven ejerció la prostitución en la zona centro- fue detenida por la Procuraduría Capitalina después de ser acusada por diversas sexoservidoras de cobrarles derecho de piso para ejercer este trabajo; en las inmediaciones de la Plaza Pino Suárez a cada mujer le quitaba de entre 200 y 300 pesos diarios, a quien se negaba la mandaba golpear.
Según las denunciantes la imputada, Orquídea Maribel Rodríguez Callejas, empezó a cobrarles la cuota desde diciembre pasado, debido a que la conocían aceptaron el trato, sin embargo al percatarse que golpeaba a quienes no cumplían y que durante los últimos meses el negocio “estaba flojo”, decidieron romper el trato de palabra que tenía con ella y la acusaron ante las autoridades correspondientes.
Las afectadas denunciaron que hasta antes que llegara Rodríguez Calleja ejercían la prostitución sin problemas en todo el sector, por lo que se implementó un operativo especial para detenerla infraganti, justo en el momento en que cobraba los 300 pesos a las sexoservidoras.
La mujer fue consignada ante un juez penal del Centro Femenil de Readaptación Social “Santa Martha Acatitla”, como probable responsable del delito de trata de personas en su modalidad de explotación de la prostitución ajena.
Dos de las víctimas se presentaron en la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas para realizar la denuncia correspondiente por la explotación de la que eran objeto, después de recabar la declaración de las ofendidas, se les práctico una valoración médica y psicológica, resultando con factores predisponentes que las colocan en estado de vulnerabilidad, por lo que se giró orden de detención contra Orquídea Maribel, la cual fue cumplimentada por agentes de la Policía de Investigación (PDI).
Ante el Ministerio Público, la indiciada manifestó ejercer el sexoservicio en la citada plaza desde hace 14 años, así como haber estado interna en 2008 en el Centro Femenil de “Santa Martha Acatitla”, acusada del delito de robo.
De acuerdo con el expediente, a partir de diciembre de 2015, la inculpada comenzó a exigir una cuota semanal de entre 200 y 300 pesos, en las inmediaciones de la Plaza Pino Suárez; las personas que se negaban a pagar la aportación eran agredidas físicamente por la inculpada y, en ocasiones, las amenazaba con mandar a gente para que las golpeara o les causara lesiones con arma blanca. Temiendo por su integridad, las vejadas accedían a pagarle.
msl