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Aunque se busca resguardar la seguridad de las mujeres en el transporte público con el programa Viajemos Seguras en la Ciudad de México, la presencia policiaca resulta insuficiente en el Metrobús y Trolebús.

Mientras en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro un gran número de policías y trabajadores resguardan las estaciones con mayor afluencia, para asegurar que los vagones reservados no sean ocupados por hombres y así evitar que se registren actos delictivos en contra de las mujeres; en el Metrobús y en las unidades del Sistema de Transportes Eléctricos (STE) la falta de personal es el principal problema para que los policías no puedan implementar perfectamente el programa de seguridad.

“No puedo supervisar toda la estación, sólo estoy yo y tengo que estar al pendiente de las personas que ingresan gratuitamente, que en esta estación son muchas. Entonces no puedo estar al pendiente de que no se metan los hombres en las zonas restringidas”, dijo uno de los oficiales que vigilan la Línea 2 del Metrobús.

EL UNIVERSAL realizó un recorrido en la red de transporte público de la capital. En el STC Metro se observó que las personas siguen las indicaciones de los policías; aunque algunos tratan de evadirlos, son los mismos usuarios quienes los identifican y señalan a las autoridades. Sin embargo, en el Metrobús y en los trolebuses la falta de vigilancia hace que cualquiera vaya en los lugares marcados como exclusivos, pues aunque los hombres no tienen permitido entrar en la primer puerta, adentro de la unidad se acomodan en la zona designada para las mujeres.

“Se supone que siempre ha estado la separación, incluso los camiones tienen asientos de color rosa para identificarla, pero nadie hace nada para supervisar que se respeten estas medidas. No hay policías y las personas hacen lo que quieren dentro de las unidades”, comentó María Elena, usuaria de la Línea 1 del Metrobús.

Sólo en algunas estaciones de la Línea 1 del Metrobús se observó la presencia de policías con chalecos rosas, mismos que están en un horario de 6:00 a 9:30 de la mañana y de 18:00 a 21:00 horas; sin embargo, en otras sólo había un elemento por estación.

Por la noche la falta de elementos fue mayor, pues en algunas estaciones como en Centro SCOP de la Línea 2 no había presencia de policías.

Los usuarios consideran que los policías deberían permanecer por mayor tiempo, pues las agresiones se pueden dar en cualquier horario.

“Debe ser una actividad constante, no sólo porque se hizo la marcha y apenas se dieron cuenta de la problemática. Deben estar todo el día, porque después se van y ya no hacen nada. He visto agresiones de este tipo en horarios que son de menor demanda”, acusó Alejandra, usuaria del Metrobús.

En el Trolebús, la situación no ha mejorado, en la línea que va de la Lindavista Vallejo a la Terminal de Autobuses del Sur, y que corre sobre Eje Central Lázaro Cárdenas, no hay presencia policiaca, sólo en algunas paradas cercanas al Centro Histórico, aunque las unidades siempre van repletas y sin separaciones.

“Escuché que habría policías en todo el transporte, pero no he visto nada, igual hay muy poca información sobre cómo detectar y qué hacer ante una agresión”, explicó Rocío, estudiante.

Aunque las usuarias consideran que Viajemos Seguras es un buen programa, dicen que debería haber otro tipo de dispositivos que beneficien la cultura y el respeto entre usuarios, sin la necesidad de hacer separaciones.

“Está muy bien el programa para resguardarnos, pero también pienso que las mujeres ya criminalizamos a todos los hombres; no por ser hombres significa que son acosadores”, dijo Lorena, usuaria del Metro.

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