Especialistas en temas de movilidad coincidieron en la necesidad de enfocar los recursos públicos en el desarrollo y mejora del transporte público sustentable, así como para favorecer otras modalidades de transportación como la bicicleta y los desplazamientos a pie a fin de desincentivar el uso del automóvil; advirtieron que estas medidas deben aplicarse de manera articulada para que ninguna se privilegie sobre la otra.

Mariana Orozco, coordinadora de la estrategia de Movilidad Urbana Sustentable de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), comentó que más del 86 por ciento de los recursos de los gobiernos etiquetados para la movilidad son destinados para la construcción de obras que fomentan el uso del automóvil, por lo que destacó la importancia de privilegiar el espacio público, pues estimó que, en promedio, a cada habitante en la Ciudad de México sólo le corresponden 20 metros cuadrados de calle.

En el marco de la Reunión Regional América Latina y El Caribe, reconoció que el espacio público está lleno de obstáculos e incomodidades, por las cuales el ciudadano prefiere utilizar el automóvil en lugar de optar por otras opciones de movilidad. Refirió que 7 de cada 10 mujeres en la capital del país han sido víctima de algún tipo de violencia en el transporte público, mientras que niños, mujeres embarazadas, niños y adultos mayores son los más vulnerables a sufrir algún tipo de lesión en las calles.

“Ante la incomodidad de usar la calle, el ciudadano opta por obtener su seguridad y comodidad a través del auto. Un beneficio personal nos está generando como sociedad consecuencias gravísimas”, expresó.

En su participación en la mesa “Catalizando el Desarrollo Orientado al Transporte bajo en emisiones”, Fernando Páez, director de transporte de CTS Embarque, comentó que aunque se fomenta la desincentivación el uso del automóvil y se atiende el problema del congestionamiento vial, estas medidas se están implementando de manera “desarticulada” sin considerar otros aspectos como la creación de infraestructura de vehículos no motorizados y el mejoramiento del transporte público.

“Estas soluciones se dan de manera desarticulada, mientras promovemos el desincentivo del vehículo privado, la calidad del transporte público, aunque haya avances, sigue siendo pésima, no hay forma de incentivar el cambio modal. Promovemos el uso de vehículos no motorizados pero no ofrecemos infraestructura que garantice la seguridad del  usuario de servicio de bici. De manera que efectivamente la problemática está identificada, las soluciones se están dando de manera desarticuladas”, argumentó.

En tanto que, Salvador Herrera, director de la Asociación Mexicana de Institutos Municipales de Planeación, resaltó la importancia de priorizar el transporte público en la asignación de recursos, a fin de “decidir en favor de las personas, en detrimento de los automóviles”; mencionó que los gobiernos deben implementar tecnologías en el transporte de energías limpias y renovables, no sólo para vehículos privados, sino también para los de carga o los escolares, pues afirmó que en muchos municipios se ha a estas unidades libres de cualquier regulación.

Para Pilar Conesa de Smart Cities España, el transporte público debe impulsarse a partir de una visión intermodal, que permita a los usuarios desplazarse en diferentes modos de transportación, como la bicicleta, el tren eléctrico, el trolebús, los tranvías, entre otros. Sostuvo que se requiere de un “cambio cultural” para desincentivar el uso del automóvil, pero sin que se privilegie a las capas sociales más altas.

“Hay que pensar en las acciones de desincentivar el auto que no segreguen por capas sociales, y promover el transporte público intermodal que llegue a todos los lugares”, subrayó.

afcl

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