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fanny.ruiz@eluniversal.com.mx
Urge erradicar las redes de explotación laboral que operan en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro desde hace tiempo, aseguraron integrantes del Observatorio contra la Trata en la Ciudad de México.
“En el Metro, la calle, en varios lados es necesario poner atención a estas personas, que pareciera que el Estado las trata como si no tuvieran derechos, que son la infancia y la vejez. Son poblaciones que están en la total indefensión”, resaltó Germán Nava, miembro de dicha organización.
Mencionó que hace aproximadamente ocho meses, el CAPEA informó que estaban desapareciendo alrededor de 3 mil ancianos al año y algunos, aprovechándose de la discapacidad que ya tienen por la vejez, podrían haber caído en redes de explotación laboral.
De acuerdo con Nava, para los explotadores los niños y los ancianos son más fáciles de cooptar para ser explotados.
El miembro del Observatorio contra la Trata aseveró que no hay un respeto a los derechos humanos de poblaciones infantiles ni poblaciones en vejez, por ello resulta fácil explotarlos y chantajearlos o cooptarlos mediante engaños o mediante el uso de la violencia.
“Hace falta una investigación policiaca. En el Metro se ve a simple vista la explotación infantil, pero no hay una investigación que pueda derivar en la detención de bandas dedicadas a la explotación laboral”, afirmó.
Agregó que este tipo de explotación es cuestión del crimen organizado, pues requiere de varias personas para lograr efectuar el delito y tener explotada y controlada a la persona.
Tras realizar un recorrido por diversas estaciones del Metro, este diario pudo constatar que los explotadores recurren a niños y personas de la tercera edad para conseguir dinero.
Los niños cantan entre vagones, venden dulces o piden limosna; mientras que las ancianas permanecen en los accesos con vasos de plástico en los que guardan el dinero que les dan algunos usuarios cómo limosna.
Usuarios del Metro afirman que en la estación Chabacano de la Línea 8, unas personas llevan en la mañana a una mujer de la tercera edad y la recogen en la noche, ahí se queda vendiendo dulces y pidiendo comida.
