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En los alrededores del Mercado de Sonora hay familias que mantienen la tradición de jugar con agua para conmemorar el Sábado de Gloria. La sorpresa es parte fundamental del ritual.
Mientras en algunas colonias lanzar cubetazos hacia extraños es parte del juego, en otras la costumbre es hacerlo entre familias y vecinos.
En una unidad habitacional ubicada en la colonia Merced Balbuena, más de 50 personas se juntan año con año. Cada quien aporta algo de comer y entre cinco personas compran una pipa de agua para llenar una alberca y a lo largo de la tarde, tanto niños como adultos, se meten a nadar.
“Hacemos un desayunito, esta vez nos tocó huevo, pero en la tarde, ya que llega la familia y algunos vecinos, nos juntamos como 50 personas y hacemos fruta picada y carne asada, el chiste es no perder la tradición porque esto lo hacemos desde chamacos y ahora enseñamos a los hijos. Compramos una pipa y así no causamos ninguna molestia”, señala Jaqueline, vecina.
Después de comer y nadar salen a la quema del judas que se realiza en las calles de atrás del mercado, en donde también lo fabrican.
Casas adelante, un grupo de 10 niños de entre siete y 12 años, armados con tres pistolas de agua, dos cubetas y bandejas, se corretean entre sí entre los coches del Callejón San Nicolás.
Se lanzan el agua y de pasada mojan los automóviles e incluso a quienes van cruzando, pero nadie se molesta.
Tres niños caminan con sigilo, siguen a otro que está desarmado. Un momento antes de lanzarle las cubetas un grito los sorprende.
Voltean hacia arriba; alguien los mira desde la azotea. Un segundo después dos cubetazos caen de golpe sobre sus cabezas.
El jueves por la tarde la Consejería Jurídica invitó a la ciudadanía a evitar el desperdicio de agua pues habría sanciones económicas.
De acuerdo con el Artículo 26, Fracción VIII, de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, por desperdiciar agua se aplicará una multa de 21 a 40 días de salario mínimo, es decir, entre mil 500 y 2 mil 800 pesos o un arresto de 25 a 36 horas. La sanción puede ser conmutable, sin embargo, en caso de reincidencia se deberá cumplir el arresto.
Habitantes de las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza aseguraron que este año no se desperdició tanto el agua como en años pasados pues en distintas colonias el paso de policías fue continua.
“Hay veces que aquí en la Merced hay quienes lanzan globos desde los edificios o mojan a los automovilistas y micros que agarran en los semáforos y no les invitan un refresco para evitar el agua. Pero este año hay mucha vigilancia, casi un policía por calle y como las multas andan duras y estos andan cazando ya nadie se quiere arriesgar”, comentó un franelero.
A pesar de la vigilancia, hubo habitantes de la Ciudad de México que pudieron burlar a las autoridades y continuar con su tradición.