metropoli@eluniversal.com.mx
Trabajadores conocidos como ayateros o chachareros así como autoridades de la delegación Benito Juárez y del gobierno capitalino protagonizan un ambiente tenso en calles de la colonia San Simón Ticumac, en la delegación Benito Juárez, tras el retiro de unos 100 vendedores el 15 de marzo, quienes exigen su reinstalación.
Aunque los vendedores no se han vuelto a instalar en el polígono conformado por las calles Libertad, Santa Cruz y Rumania, un grupo de ellos se mantiene al cuidado de las bodegas que tienen en esta última calle y de los espacios que ocupaban en las vialidades, mientras al menos tres camionetas de las autoridades así como policías a pie resguardan la zona.
“Son 10 días sin vender, nosotros comemos de esto”, dijo el vendedor Sergio Zárate, dedicado a conseguir todo tipo de artículos usados para su venta y quien mostró una licencia de trabajo no asalariado vigente, emitida por la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, misma que le permite colocarse en la calle Rumania.
“[Pedimos] permanecer en nuestro lugar, en el que estamos legalmente establecidos, tenemos un permiso de la Secretaría de Trabajo, emitido por el gobierno de la ciudad”, aseguró Juan Francisco Olivares , presidente de la Unión de Trabajadores no Asalariados con Carritos de Mano, Ayateros y Restauradores A.C.
Los ayateros, generalmente se instalan todos los días de 08:00 a 18:00 horas. Ellos cuestionan que se les quitara de la calle días después de la inauguración de un gimnasio de tres pisos en Santa Cruz y Rumania, que hoy está suspendido por falta de medidas de protección civil.
EL UNIVERSAL informó ayer en su versión impresa que la delegación Benito Juárez realizó un operativo para el retiro de los llamados chachareros de la vía pública para “contribuir al libre tránsito” y “ofrecer mejores oportunidades” al gremio.
Para ello, la demarcación resaltó que apoyará a los ayateros a conformar un corredor cultural itinerante, para preservar este comercio tradicional y así los vendedores lleven sus mercancías a distintos puntos en Benito Juárez, para lo cual la demarcación los apoyará en los traslados.
Sin embargo, los inconformes comentaron que tras el retiro se abrieron mesas de diálogo con la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, en las cuales dijeron no han obtenido solución y en donde “cada vez que se pide a la delegación que muestre a dónde quiere mandar a los ayateros, no muestran nada”, señaló Olivares.
En un documento elaborado en 2003 por la dirección general de trabajo y previsión social del entonces Gobierno del Distrito Federal, se indica que al menos desde 1964 se practicaba dicha actividad en calles de San Simón Ticumac, quienes tras la ampliación del mercado de la colonia se reubicaron en Libertad y Rumania.
En dicho documento también se da cuenta de la existencia de un descontento vecinal por un desdoblamiento de comerciantes hacia calles como Santa Cruz y Montes de Oca.
Sobre la propuesta de un tianguis itinerante, Juan Francisco Olivares comentó: “No queremos ser tianguistas ni ambulantes, porque no vendemos cosas robadas ni piratería”.