En los alrededores al Mercado Sonora hay familias que mantienen la tradición de jugar con agua para conmemorar el Sábado de Gloria. En este día, la sorpresa es parte fundamental del ritual.
Mientras en algunas colonias lanzar cubetazos hacia extraños es parte del juego, en otras la costumbre es hacerlo entre familias y vecinos.
En una unidad habitacional más de 50 personas se juntan cada año, cada quien presenta un guisado, compran una pipa de agua para llenar una alberca y tanto niños como adultos se meten a nadar.
Calles adelante, un grupo de diez niños armados con tres pistolas de agua, dos cubetas y varias tinajas se corretean entre sí y se sorprenden con un chapuzón.
A pesar de que la vigilancia en el centro de la ciudad y en las zonas más tradicionales fue en aumento, habitantes de la capital burlaron a las autoridades y continuaron con su tradición.
Ayer por la tarde la Consejería Jurídica invitó a la ciudadanía a evitar el desperdicio de agua pues habría sanciones económicas de acuerdo con la ley.
Los facultados para detener a quienes desperdicien el agua son los elementos de la Policía Preventiva, quienes tendrán que presentar ante el juez cívico a quienes sean sorprendidos
De acuerdo con el Artículo 26, Fracción VIII, de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, por desperdiciar agua se aplicará una multa de 21 a 40 días de salario mínimo, es decir, entre mil 500 y dos mil 800 pesos o un arresto de 25 a 36 horas. La sanción puede ser conmutable, sin embargo, en caso de reincidencia se deberá cumplir con el arresto.
Habitantes de las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza aseguraron que este año no se desperdició tanto el agua como en años pasados, ya que en distintas colonias el paso de elementos policiales ha sido continua.
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