El director técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Juan Carlos García Salas, advirtió sobre el problema de los hundimientos del Valle de México debido a la sobre extracción de agua y sobre explotación de acuíferos.
Al participar en el Segundo Coloquio Internacional: “Las Paradojas de la Megalópolis”, donde acudieron legisladores y expertos en urbanismo y medio ambiente en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el funcionario federal explicó que debido a lo anterior, el Valle de México está “sobre una gelatina”.
“Lo vivimos todos los días, los baches, las grietas. Lo vemos en las hondonadas, en vialidades y el Metro; en las fugas y la pérdida del patrimonio histórico”, comentó.
Por ello, indicó que debe revertirse la sobreexplotación y entrar en una desaceleración, la cual llevará muchos años conseguir debido a que actualmente es más barato explotar en exceso los mantos acuíferos que traer agua del Sistema Cutzamala.
“Deben buscarse más fuentes de agua superficial fuera del Valle de México”, advirtió.
En tanto, los expertos y diputados que asistieron a ese foro coincidieron en que es necesario que en esta región del centro del país se encuentren los mecanismos que ayuden a la gobernanza, además de un plan a largo plazo que favorezca un desarrollo ordenado que garantice los derechos de los habitantes y el abasto de agua, además de reducir la generación de contaminantes.
En su oportunidad, la presidenta de la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados, Cecilia Soto González, aseguró que se “súper valoriza” la inversión inmobiliaria privada, pero faltan propuestas de impuestos o de mecanismos de política pública que se pueden emplear para moderar esa tendencia.
En tanto, el senador Alejando Encinas Rodríguez refirió que la principal paradoja de la megalópolis es que a pesar de los más de 35 millones de personas que circulan en esa zona, no existen leyes o un marco jurídico para atender sus derechos.
A su parecer, se requiere una planeación a largo plazo que fortalezca el ámbito local y con mecanismos de evaluación permanente. Además, dijo, “el eje articulador de esa planeación de desarrollo debe ser el territorio, en el conjunto de sus dimensiones urbanas, rurales y ambientales”.
En su oportunidad, el profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Ernesto López Morales, aseguró que sin inversión privada no puede haber desarrollo en las megalópolis.
Sin embargo, alertó, las empresas e inmobiliarias exigen altos márgenes de ganancias, mientras que el rédito para el Estado y la población original es muy bajo.
En tanto, la directora del Secretariado del Pacto Climático Global de Ciudades, Martha Delgado Peralta, precisó que en la megalópolis conviven más de 24 millones de personas todos los días; se generan 13 mil toneladas de basura; se consumen 32 metros cúbicos por segundo de agua y el parque vehicular realiza 22 millones de viajes diarios.
Consideró importante implementar un plan con visión “megalopolitana”, ante la particularidad de este territorio, ya que otras ciudades del país comienzan a desarrollarse con los mismos problemas de infraestructura. Agregó que una dificultad es la gestión de los gobiernos y los ánimos electorales y económicos.
De su lado, Rocío Isabel Rodríguez, a nombre de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), explicó que el tema de contaminación del aire debe verse desde distintas ópticas, empezando por el crecimiento de la población, la forma y el aumento de los asentamientos humanos, la cantidad de actividades que realizan, los servicios y las condiciones geográficas y meteorológicas del territorio.
Recordó que durante los pasados meses, a causa de la contaminación del aire se decretaron un total de 11 contingencias; no obstante, aclaró, desde 1990 hasta ahora ha mejorado la calidad del aire, pero representa más retos por el crecimiento y la interacción de la megalópolis.
Confió en que este año se logren, desde el Legislativo, las reformas que doten a la CAMe de un marco jurídico para su funcionalidad.