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Periférico, de Toreo Cuatro Caminos a San Jerónimo, es ejemplo del desorden que prevalece por el fallido Programa de Reordenamiento de Anuncios, implementado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), que contemplaba la colocación de sólo 88 anuncios y a la fecha se contabilizan 165.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se observó que lejos de que la autoridad ordenara la imagen urbana de Periférico con el retiro de anuncios, lo que ha proliferado es un descontrol de cifras. A la fecha, 50% de las empresas que tienen anuncios en esta zona no están dentro del padrón. Dos son transnacionales: Vendor y Clear Chaneel, ésta última presuntamente ligada a la promoción del programa Ecobici.
El acuerdo firmado en 2007 estipulaba el retiro obligatorio de 350 anuncios que se localizaban en Periférico. Los empresarios del ramo de publicidad exterior manifestaron su disposición, ya que se les aseguró que ninguno empadronado quedaría fuera.
De las 42 empresas que fueron incorporadas al programa de reordenamiento, 24 tenían espacios en este tramo de Periférico, por lo que crearon un fideicomiso para retirar los anuncios no empadronados.
Ramiro Pérez Mondragón, de Promo Medios Comunicación, aclara que el fideicomiso fracasó debido a la omisión de la Seduvi, que en reiteradas ocasiones argumentó que no tenía los acuerdos para llevar a cabo el retiro de los anuncios.
Cada empresa aportó entre 28 y 30 mil pesos para que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda empezara a retirar los anuncios no empadronados. Reunieron 400 mil pesos, monto que fue a dar a manos de la fiduciaria—Banco Azteca—, que ante la falta de manejo de la cuenta los cobros por comisión se consumieron el recurso.
Ahora en Periférico no sólo hay anuncios espectaculares, sino también pantallas electrónicas que no están permitidas.
Otra de las irregularidades detectadas es que algunos anuncios no cumplen con el formato horizontal establecido y altura máxima (12.90 metros por 7.2 metros); también existen un par de anuncios en un mismo predio, que además de no contar con la placa que lo identifique, no respeta los estándares de distancia. Los dos no han sido clausurados por la Setravi.
Limpieza efímera. Sólo seis meses duró limpio Periférico durante el segundo semestre de 2007, cuando se retiraron los 350 anuncios para llevar a cabo la instalación de los 88 acordados.
Desde aquella época, debido a que no existía la Ley de Publicidad Exterior del DF, la distancia estipulada entre cada anuncio era de 100 metros.
Pérez Mondragón admite que la autoridad se mostró flexible y llegó a tolerar hasta 80 metros con la intención de favorecer la industria e impedir que alguna empresa se quedara fuera.
Al recorrer la zona se aprecia que hubo autorizaciones ilegales. Por ejemplo, en bulevar Adolfo López Mateos número 1889, colonia Alpes, antes de “poner orden” el espacio lo ocupaba Showcase y ahora lo ocupa Murales.
En bulevar Ávila Camacho número 239 continúa un anuncio prohibido. En 2012 se instaló en una azotea, misma que está impedida por la Ley de Publicidad Exterior, además de que infringe la distancia estipulada por ley.
De acuerdo con documentos, esta situación fue denunciada al Invea a través de un oficio que todavía se encuentra a la espera de que Seduvi indique la fecha para su retiro.
Los empresarios aseguran que no han sostenido ni una sola plática para hablar específicamente sobre Periférico, debido a que la autoridad se escuda diciendo que para eso fue creado el Consejo de Publicidad Exterior.