En la ciudad de México los brigadistas no tienen un perfil definido. Mujeres, adultos mayores y principalmente jóvenes, participan volanteando, encuestando y haciendo propaganda para los partidos políticos. Ninguno cuenta con contrato, prestaciones y, en algunos casos, trabajan sin recibir salario, sin embargo, confían en que el grupo en el que participan los respaldará.

Si bien no hay una cifra de cuántos brigadistas participan en las campañas electorales, cada partido e incluso cada candidato tiene células particulares que sí pasan lista y, del total, sólo a unos cuantos se les promete un trabajo estable si su candidato gana.

La labor de un brigadista es “fácil, pero pesada”, dicen los propios coordinadores. Su trabajo consiste en recorrer las calles de la ciudad para invitar al voto, convencer a la gente y hacer crecer el “voto duro”.

Colgar pendones, repartir volantes, perifoneo, encuestas, recorridos casa por casa y acompañamiento en eventos son parte de sus tareas.

Juan tiene 18 años y es brigadista en Cuajimalpa. Estuvo presente durante el conflicto entre el PRD y la coalición PRI-PVEM y recibió golpes en las piernas. Él es ejemplo de los riesgos que se corren en su labor.

Durante el día trabaja de 9:00 de la mañana a las 15:00 horas y en las noches, a partir de las 20:00 horas. “En el horario nocturno ponemos 70 pendones, empezamos a las ocho y nos podemos ir en cuanto terminemos. Aunque llevamos una camioneta con el material, hay compañeros que acercan su coche a la casa de campaña y después nos dan un ride”, dice.

Aunque no percibe salario, sólo apoyo en pasajes, tiene la seguridad de que si su candidato gana la jefatura delegacional, tendrá una recompensa. “No es que nos ofrezcan un puesto alto, igual estaríamos en calle o encuestando, pero es un trabajo seguro y yo creo que eso no es nada malo, es a lo que todos aspiramos”, asegura.

Tania, de 32 años de edad, pertenece a uno de los cinco grupos de brigadistas que tiene Movimiento Ciudadano en la delegación Venustiano Carranza. “Mi trabajo consiste en preguntarle a la gente si conoce a los candidatos y su trabajo y después se los presento. Al día hago cerca de 60 encuestas, pero en mi mismo grupo de 20 personas hay quienes reparten propaganda o entregan bolsas y playeras que regalamos”, explica.

Mientras partidos como el PRD en Iztacalco, Iztapalapa y Cuajimalpa contratan principalmente a jóvenes, otros como Movimiento Ciudadano en Venustiano Carranza se apoyan de mujeres y madres de familia. El PRI en Iztacalco tiene igual gente de la tercera edad que jóvenes, mientras que el PAN en Gustavo A. Madero cuenta con personas en edad productiva.

El proceso de integración a las brigadas también es distinto en cada partido. Un sondeo realizado por EL UNIVERSAL muestra que para ingresar al PRD se requiere conocer a alguien de ahí. En el caso del sol azteca en Iztacalco hay cerca de 200 brigadistas en un solo distrito y cada uno recibe 700 pesos quincenales, mil 400 al mes.

En Cuajimalpa, el PRD busca jóvenes desde los 16 años a quienes se les da un “apoyo para pasajes” de 300 pesos a la semana, no más.

En el PRI en Iztacalco, las 12 personas que brigadean son voluntarias. Jubilados y estudiantes son los que realizan la labor propagandística.

Acción Nacional en Gustavo A. Madero cuenta con 25 brigadistas en un solo distrito, las edades oscilan entre los 20 y 60 años. Estas personas colaboran como voluntarios en sus tiempos libres, no reciben pago.

El caso de Movimiento Ciudadano es distinto, aquí los colaboradores son afines a las propuestas de cada candidato y al final de la campaña los brigadistas recibirán dos mil pesos por su trabajo. Morena en Iztapalapa también pagará al final del proceso electoral, sin embargo, no quisieron revelar de cuánto se trata.

Enfrentamiento, el mayor riesgo

Entre las coincidencias que comparten los brigadistas están los riesgos a los que están expuestos. Las agresiones entre partidos son las más comunes, seguido por caídas al recorrer calles y al pegar propaganda; por último, temen a los accidentes viales.

“Al principio nos capacitan y nos dicen que no debemos responder a las agresiones y evitar la confrontación, pero en caso de accidentes los candidatos son los que nos auxilian”, dijo Alberto Keymolent, coordinador del PAN en GAM.

Daniel Medina, brigadista de la tercera edad, explicó: “el trabajo que hacemos es primordial porque son vecinos hablándole a otros vecinos. No son justas las agresiones ni los ataques. Hay quienes no vemos esto como un trabajo, sino que creemos en lo que hacemos, sólo pedimos que nos dejen hacerlo tranquilamente”, enfatiza.

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