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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Romero de Terreros, una de las pocas colonias tradicionales en la delegación Coyoacán donde aún se respira un ambiente tranquilo y familiar, habitada principalmente por profesionistas así como personas de la tercera edad que dejan sus domicilios para vacacionar en alguna entidad cercana, vive en la zozobra y el miedo a raíz del abandono de las autoridades y la incursión de una banda bien organizada de delincuentes que, en un año, han robado 200 casas en el sector.
Este grupo criminal utiliza uniformes de Telmex, Cablemás, CFE e incluso del departamento de Servicios Urbanos de la delegación para detectar, observar y elegir los domicilios que robarán. Para la operación utilizan incluso hasta camiones de mudanza, pues cuando incursionan a la vivienda literalmente se llevan todo lo que encuentran y puedan vender en tianguis o casas de empeño.
La familia Rodríguez, como pidió ser identificada para evitar represalias, vivió en carne propia esta situación. En febrero pasado, los papás, ambos médicos de profesión, y tres de sus hijos, todos mayores de edad, salieron a Valle de Bravo a festejar a la mamá durante el fin de semana, cuando regresaron se llevaron la sorpresa de su vida.
“Fue algo muy desagradable, se llevaron todas nuestras pertenencias, absolutamente todo, literalmente nos dejaron sin nada, incluso en los videos de vigilancia que nosotros mismos instalamos se ve cómo los delincuentes regresan para llevarse más cosas.
“Hicimos todo el proceso legal, pero la autoridad en este caso opera muy lento y no nos ha dado respuesta, sabemos que en este sector se roban al menos una casa a la semana y aún así no han logrado detener a nadie”, explica el jefe de familia, quien al tiempo que revela que por temor actualmente viven con unos familiares.
Desagradable sorpresa
Al entrar a su domicilio se dieron cuenta de que los ladrones les habían robado salas, televisores, lavadoras, refrigeradores, una importante colección de obras de arte y diversas joyas, algo valuado en más de un millón de pesos de acuerdo con las facturas entregadas a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), quien ya investiga el caso, aún sin resultados.
Para cometer este robo, según narraron los afectados después que indagaron por ellos mismos entre vecinos y personal de vigilancia, utilizaron un vehículo pesado con logotipos de una empresa de mudanzas que entró al fraccionamiento. Sorprendentemente, los cinco delincuentes que viajaban en el camión entregaron una credencial de elector al guardia de la caseta de vigilancia, se registró y dos horas después recogió el documento oficial sin que nadie chistara o cuestionara el trabajo.
“Ya nos tenían bien ubicados, sabían que estábamos fuera de la ciudad y lo que teníamos en la casa, por eso se prepararon hasta con el camión de mudanzas. Aquí los vecinos los fines de semana salen de viaje o hacen sus actividades, por eso nadie se dio cuenta y esa información también la tenían los rateros, conocen todos los movimientos de este lugar.
“Ahora sentimos miedo, impotencia y mucho coraje porque las autoridades ni si quieran tienen pistas de quiénes son, de dónde vienen o cómo es que conocen todos nuestros movimientos, entonces nos sentimos vulnerables y desprotegidos, porque a pesar de los múltiples robos ni la Secretaría de Seguridad Pública ni la delegación nos han mandado patrullajes constantes”, expuso el entrevistado, quien aunque intenta recuperar sus pertenecías robabas ya está resignado a perderlas.
El fraccionamiento Pedro Romero de Terreros es de clase media alta, sus habitantes son profesionistas y personas de la tercera edad, que con frecuencia los fines de semana salen a visitar a sus seres queridos en la misma ciudad o estados vecinos; por eso, según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), los robos ocurren principalmente los sábados entre las 12:00 y 19:00 horas, cuando no hay nadie que pueda denunciar de inmediato.
En el sector compuesto aproximadamente por mil casas, de las cuales según las denuncias radicadas en la Coordinación Territorial de Coyoacán, en un año se han robado más de 300 de donde se llevan electrodomésticos, línea blanca, joyas, computadoras y documentación de la familia, por lo que las víctimas ahora viven con el temor de ser extorsionados, pues conocen los datos y números telefónicos de sus seres queridos, amigos cercanos e hijos.
“El robo es sólo la primera etapa, porque se llevan agendas, documentos, direcciones e información de nuestra computadoras y ahora vivimos con la preocupación de la extorsión, poco a poco hemos cambiado todos los números telefónicos y le avisamos a los familiares que no se dejen engañar.
“Mientras eso pasa, la autoridad no hace nada. Nos han dejado solos a nuestra suerte a pesar que todos pagamos impuestos, respetamos la ley y somos buenos ciudadanos, por eso no se vale que abusen, porque al final del día también sabemos defendernos y todos tenemos un límite”, amaga el vecino afectado, que poco a poco se ha ido recuperando de la millonaria perdida.
A raíz de los robos, los vecinos decidieron comprar cámaras de seguridad para colocar en las calles principales, contrataron a empresas privadas de seguridad y ahora piden a las autoridades capitalinas que si no les ofrecen seguridad, que se permita privatizar el fraccionamiento para que así, ellos mismos se garanticen su propia seguridad.
Casas, autos y celulares, lo más hurtado
De acuerdo con la Coordinación Territorial de la PGJDF, en la delegación Coyoacán el fraccionamiento Romero de Terreros es de los preferidos por los delincuentes, las denuncias en el delito de robo a casa habitación que se registran en toda la zona son al menos de tres por semana; las de robo a vehículos que son estacionados en las calles son de dos cada siete días; autopartes son sustraídas todos los días, principalmente llantas, autoestéreos y retrovisores.
El otro sector vulnerable en la delegación Coyoacán son los jóvenes, en las inmediaciones del metro Copilco las denuncias de los universitarios son de por lo menos tres robos de teléfonos celulares al día, cinco de bolsos de mujeres e, incluso, los afectados se han quejado de la falta de patrullaje constante en las noches, pues hasta los tenis o ropa deportiva se han robado.
Las denuncias son constantes a partir de jueves; según las averiguaciones previas los robos ocurren de viernes a domingo a partir de las 16:00 horas cuando, además los patrullajes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) son nulos, llamando la atención que en las denuncias destacan que después de solicitar ayuda las patrullas tardan entre ocho y 15 minutos en llegar al lugar de los hechos.
Las primeras investigaciones periodísticas, detallan que los responsables de los robos en el fraccionamiento Romero de Terreros es una banda criminal compuesta de al menos 10 sujetos, de entre las que destacan tres mujeres que aparentemente son las encargadas de proporcionar información de las víctimas, una vez seleccionada la familia, los hombres utilizan uniformes de Telmex, CFE, Cablevisión y de la delegación del departamento de limpia o de encuestadores del Inegi, para obtener más datos de la casa a robar.
Asimismo, a través de cámaras de seguridad se ha detectado que los delincuentes emplean un camión de mudanzas, una camioneta de tres toneladas y dos vehículos compactos que utilizan dependiendo de lo que vayan a robar; sin embargo, a pesar de esta información no se ha logrado identificar a los líderes de la banda y aunque se sabe que operan en las delegaciones Coyoacán, Tlalpan y Magdalena Contreras en zonas de clase media alta, no se tiene una idea de cuándo puedan ser detenidos.