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La etiqueta es una forma de mostrar la educación y la base de cómo te mueves en la vida, según Johann Wolfgang Goethe, “no hay una sola muestra de cortesía que no tenga una profunda base moral”. Así que ningún consejo está de sobra a la hora de estar en una reunión social.
Los principios básicos para degustar cualquier alimento son “si no puedes comer algo de forma rápida, en bocados pequeños, tienes que usar cubiertos. El chiste es no mancharte los dedos o la cara. Si tiene salsa, es un fruto muy jugoso o el bocado es muy grande, lo mejor es utilizar los instrumentos adecuados”, afirma Maru Martínez Karam, especialista en etiqueta y coordinadora de eventos.
Vamos por partes
Primero están las deliciosas frutas, por ejemplo, las manzanas y las peras, si las ponen enteras, hay que partirlas en cuartos y después se pueden comer con las manos. A las de cáscara más gruesa, como sandía, melón o, incluso aguacate, se les retira la fruta con tenedor o cuchara, deteniéndolas un poco con la mano, después se pone la jugosa pulpa en el plato para comerla con plácidamente con los cubiertos.
Las frutas jugosas o las que sirven ya peladas también deben comerse con tenedor y cuchillo. Frambuesas, cerezas y zarzamoras, si las sirven con crema, se deben tomar con cuchara; cerezas, ciruelas y aceitunas que casi siempre sirven solas se toman con las manos, si están en coctel, hay que tomar suficiente líquido para poder agarrarlas sin que los dedos se mojen.
Segundo tiempo
Nada salseado se toma con la mano. Si se trata de espárragos o zanahorias cocidas y firmes para meter a un dip, entonces sí. Pero sólo lo puedes hacer una vez “si ya la mordiste no puedes meterla de nuevo al aderezo”, aclara Maru.
Los tomates cherry y los chícharos son de los más complicados. Los primeros, si no están partidos se deben meter completos a la boca; los segundos siempre requerirán ayuda de un pan o el cuchillo para empujarlos hacia el tenedor. Las papas fritas se pueden tomar con la mano, pero cualquier otra presentación, como al horno o cambray, con cubiertos.
“La ensalada nunca debes de cortarla completa con tenedor y cuchillo. Si eres el anfitrión debes asegurarte que los pedazos quepan en el tenedor. Si eres invitado y ves que no caben, tienes que doblar la lechuga para convertirla en un bocado pequeño. La última opción es cortarla.
“Para las pastas largas se puede usar la cuchara y tenedor. En Italia, normalmente se lo comen enredando en la orilla del plato la pasta y es lo ideal”, asegura Martínez Karam.
Los platos fuertes
Otros que parecen complicados son los mariscos, pero hay cubiertos especiales por ejemplo para la langosta. En el caso de los mejillones cuando están en vino tinto o algún caldo, “los tomas con la mano y sacas la parte que debes comer. Las conchas van en un plato extra o alrededor de tu plato. Si éste tiene una o dos orejas puedes tomar el caldo como si fuera sopa”, explica.
Almejas, ostiones o mariscos difíciles se toman en la mano y con tenedor se saca el contenido, el caldo se puede succionar directamente de la concha; si la comida es formal se debe evitar el ruido. El pescado es más sencillo, como generalmente es suave, sólo se usa tenedor y el cuchillo.
Respecto al pan, la experta afirma que siempre se toma con la mano, no importa el tamaño o si es para compartir. Sin embargo, no se debe levantar para untar y sólo se le puede agregar mantequilla o mermelada a la parte que se va a comer, no a toda la pieza; a menos que sea un pan caliente. Los rellenos o los muffins se parten por la mitad con un cuchillo y se comen poco a poco.
Sin duda, la etiqueta para cualquier alimento es que sea cortado en bocados pequeños, uno a la vez, y no ensuciarse. Después de dominar esas dos reglas, lo único es disfrutar la comida.