1. Modera el consumo de la porción. Considera que —generalmente— los postres no tienen la misma calidad nutrimental que otros alimentos.

2. Prefiere postres a base de harinas integrales y con semillas o nueces, así evitarás que la glucosa se eleve rápidamente. Mantén un buen monitoreo de la glucosa; si tus niveles son altos, deja el postre para otro momento.

3. edulcorantes pierden su poder endulzante con el calor, e incluso pueden amargar la receta. Revisa las indicaciones del fabricante.

4. De ser posible, elige postres que se presenten en tamaño / paquete individual como los cake pops.

5. No te fíes de postres anunciados como “light”; revisa en la etiqueta nutrimental el aporte de carbohidratos pues la mayoría solo disminuye un pequeño porcentaje de azúcar.

6. Durante la comida, cuida el consumo de otros carbohidratos (sopas de pasta, totopos, tostadas, tortillas, arroz, pan, etc.).

7. Antes del postre, incluye alimentos ricos en fibra como ensaladas y leguminosas.

8. Las bebidas que generalmente acompañan el postre, también son ricas en carbohidratos por lo que deberás elegir café tipo americano, tés o infusiones.

9. Acostúmbrate al sabor natural de los alimentos. Desafortunadamente cada vez es más común utilizar edulcorantes de manera indiscriminada; poco a poco disminuye su consumo y así lograrás reeducar el paladar.

Un dato

No porque el empaque lleve la leyenda “light”, “diet”, “sugar free”, “libre de” o “sin azúcar”, o “bajo en calorías” significa que no eleve los niveles de glucosa en sangre o no engorde. Por Norma Oficial, los productos con menor contenido de azúcar son aquellos a los que se les ha reducido parcial o totalmente el azúcar, con las siguientes denominaciones:

Producto sin azúcar:

su contenido de azúcar es menor a 0,5 g/porción.

Producto reducido en azúcar:

el contenido de azúcar se ha reducido por lo menos en un 25 por ciento del contenido del alimento original o de su similar.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses